Khajuraho, el sexo explícito convertido en arte.

Los templos de Khajuraho muestran sin pudor y sin complejos una antología de sexo explícito, lujuria y sensualidad. Aquí descubrirás hermosas jóvenes de grandes pechos redondos, hombres con penes erectos, sexo oral, posturas inverosímiles propias del Kamasutra, zoofilia, masturbaciones, voyeurismo… Porque en Khajuraho el sexo se ha hecho arte.

Arte y sensualidad en Khajuraho 2ªparte.

Sí, la representación de escenas sexuales de alto voltaje son la razón que trae a Khajuraho a gente de todo el mundo. Pero los templos de Khajuraho son mucho más: son la representación de la cosmogonía hindú, de una forma de entender la vida, además de una fuente de conocimiento histórica y artística de valor incalculable. Por eso Khajuraho es una de las joyas mundiales del arte y la arquitectura india de los siglos X y XI.

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Viajando por Japón entre diferentes mundos

Un viaje por Japón es un continuo descubrimiento. Más allá de sus tradiciones, de la belleza de sus jardines, de sus templos y sus castillos de la época de los samurais, Japón nos ofrece su lado más sorprendente a la vuelta de cada esquina. Comienza aquí la segunda parte de este recorrido por ese Japón friki y diferente que quiere conocer.

Japón está en este mundo, pero en Japón hay otros mundos.

Viajar a Japón supone darse de bruces con una avalancha de realidades difíciles de entender. El presente, el pasado y el futuro van aquí de la mano, entrelazándose en una armonía que despierta sorpresa y admiración. Un espectáculo ante el que es imposible permanecer indiferente.

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Zadar y sus atardeceres en el Adriático.

Zadar y sus atardeceres me dejaron enamorado. A priori esta pequeña ciudad croata asentada a orillas del Adriático no ofrecía nada especial. Ni renombrados monumentos, ni playas maravillosas ni paisajes de ensueño. Aún así se convirtió en el lugar perfecto desde donde recorrer el centro de Croacia.

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El Ganga Aarti, la ceremonia que no te puedes perder en Benarés.

Las lámparas de aceite iluminan los rostros de los jóvenes brahmanes que ofician el Aarti. En el anochecer de Benarés, frente al sagrado río Ganges, el humo del incienso y el sonido de tambores y campanillas inunda el ghat de Dashashwamedh. Sólo por vivir momentos así vale la pena viajar hasta la India.

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