El Cristo del Corcovado, el mirador por antonomasia de Río de Janeiro.

Hay imágenes que provocan un inevitable acelerón de los latidos de mi corazón. Una de ellas es la imagen del Cristo Redentor del Corcovado dominando con sus brazos abiertos la ciudad de Rio de Janeiro desde su atalaya ubicada en plena selva de Tijuca.

Es una de esas imágenes icónicas, inolvidables que dan forma a un lugar y que inevitablemente regresan a la memoria de forma recurrente.

Llegar a Río de Janeiro y querer subirse al mirador del Pan de Azúcar y al del Cristo del Corcovado es todo uno. La bahía de Guanabara sobre la que se asienta la capital carioca es uno de los entornos naturales más hermosos del planeta y es desde lo alto desde donde se puede disfrutar de unas vistas únicas. Hoy os cuento cómo llegar hasta el Cristo del Corcovado, una tarea que puede parecer sencilla pero que en temporada alta puede resultar una labor harto complicada. Por supuesto lo primero es intentar elegir el día adecuado. Los días en los que la niebla, la bruma o las lluvias impiden la visibilidad es absurdo plantearse el ascenso. Por eso aquí te voy a explicar detalladamente las 3 opciones que tienes para llegar hasta lo alto de este mirador, uno de esas nuevas maravillas del Mundo que por sí solo justifica un viaje a Brasil.

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Opciones para llegar al Cristo del Corcovado:

1ª opción.- La más sencilla, rápida y la más barata. Consiste en subirse a cualquiera de los onibus (autobuses) por 3 reales que se dirigen hacia Cosme Velho y paran delante de la Estación de Ferro do Corcovado inaugurada en 1882. Desde el Centro van los autobuses 180 y 184. Desde Ipanema o Copacabana os vale el 583. De todas formas preguntar en la parada a alguno de los conductores porque a veces cambian la numeración de los autobuses. Este recorrido se puede hacer en taxi, pero sabiendo que a determinadas horas el tráfico en Río es una locura os podéis dejar un dineral mientras de paso hacéis feliz a un taxista carioca.

Aunque se pueden adquirir los boletos de tren en las taquillas de la pequeña estación, os recomiendo comprarlos por Internet indicando día y hora de la visita. Si no reservas lo más probable es que tengas que esperar varias horas o que ya estén vendidos todos los boletos del día. El billete del tren incluye el viaje de ida y vuelta a la estación y el acceso al Cristo del Corcovado.

Primero hay que registrarse y después se puede adquirir el boleto de ida y vuelta indicando fecha y hora exactas.

El Trem do Corcovado pintado en un vivo color rojo hace el trayecto hasta la base del Cristo en unos 20 minutos atravesando la vegetación selvática del Parque da Tijuca. Recientemente se han renovado los trenes y han perdido el encanto que le daban los grupos musicales que se subían para animar el trayecto. Ahora todos los pasajeros permanecen sentados y en silencio…¡con lo divertido que era antes!

Esta es una opción muy cómoda que ningún visitante a Río debería perderse. El problema es que en temporada alta, Carnavales y vacaciones los billetes del tren vuelan, así que no lo pienses mucho.

2ª opción.- Llegáis a la Estación de Cosme Velho y veis un cartel en la entrada indicando que ya no hay boletos, o que los próximos disponibles son para dentro de unas horas. Es el momento de activar el Plan B con dos posibles opciones:

                A.- Parar un taxi y que te lleve hasta la entrada del Cristo Redentor sita en el Centro de Visitantes Paineiras. Este es uno de los accesos al Parque Nacional de Tijuca y aquí encontrarás las taquillas para comprar tu boleto de acceso. Una vez con el boleto en la mano tendremos que hacer cola para subirnos a algunas de las furgonetas del Parque que nos llevarán hasta la base del Cristo del Corcovado. Con suerte preparaos para unos 15-30 minutos de espera bajo el sol o la sombra de los ficus gigantes que bordean la carretera. Si vais en grupo uno puede ir a comprar los boletos y los demás irse directamente a la cola de embarque de las furgonetas para ganar tiempo. El problema de esta opción es que a la vuelta tendremos que tomar otro taxi a la salida del Parque, si es que encontramos alguno libre.

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             B.- En la misma entrada de la Estación del Trem do Corcovado se suelen poner unos «agentes turísticos» que te ofrecen la opción de subir en una Van. Así llaman aquí a las furgonetas de pasajeros que están estacionadas en el parquecillo junto a la Estación. En el precio incluyen el trayecto de ida y vuelta hacia el ya citado Centro de Visitantes Paineiras. Aquí tendremos que repetir la misma operación de comprar entradas y hacer una nueva cola para subirnos a las furgonetas del Parque. A estas van les lleva otros 5 minutos llegar a la base del monumento. 

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La ventaja de este sistema es que el camino es una auténtica excursión visual por las laderas que rodean Rio de Janeiro salpicadas de una vegetación que se vuelve más exuberante a medida que ascendemos. Además hacen una parada en el Mirante de Dona Marta desde donde se tienen unas vistas espectaculares del Corcovado y el Parque de Tijuca. Aquí está el helipuerto desde donde se hacen vuelos turísticos. Desde el otro lado del mirador las vistas dan directamente al Pan de Azúcar y la bahía de Guanabara.

3ª opción.- Si no quieres complicarte la vida con Internet, taxis, autobuses, largas colas y esperas existe un servicio privado de combis llamado Paineiras Corcovado con varios puntos de venta y salida directa sin paradas. El billete incluye el transporte y la entrada al monumento del Cristo del Corcovado. Hay un punto de venta en Copacabana en la Praça do Lido y otro en la plaza Largo do Machado al salir del metro. En Paineiras se ha inaugurado recientemente un Centro de Visitantes para reorganizar a toda la gente que viene desde los otros puntos de Río utilizando este servicio de combis. Es decir, todos los que vienen desde Praça do Lido, Copacabana,  Largo do Machado, y también desde el centro comercial Città América, en Barra da Tijuca.

Si tienes la entrada adquirida por Internet, pasas a embarcar directamente en las van que te suben hasta el Cristo del Corcovado. Si no tienes entrada, puedes comprarla aquí. Pero si hay mucha gente delante la espera puede hacerse muy tediosa. Las van te dejan en la base del Cristo del Corcovado y el regreso no tiene hora establecida, por lo que podrás estar ahí arriba el tiempo que quieras. El regreso se hace desde el mismo punto donde te bajaste. Busca el cartel que indica Paineiras y ponte a la cola. Las van de Paineiras te dejarán en el Centro de Visitantes de Estaciòn Paineiras. Desde ahí tendrás que subir a la combi que te lleve a tu punto de salida en Río. Este es un servicio que no tiene nada que ver con el Trem do Corcovado, que funciona como os he comentado en la Opción 1.

Hay una 4ª opción que exige estar en buena forma ya que forma parte de una trilha, un camino que hay que recorrer a pié que sale de las cercanías del Jardín Botánico y que lleva entre 2 y 3 horas de caminata dependiendo de tu forma física. Todavía no la he hecho así que cuando me anime a ello lo contaré aquí.

Si todo esto te parece complicado y quieres hacer la visita al Cristo del Corcovado con todo organizado, es posible. Puedes reservar esta excursión que te permite visitar el Corcovado y el Cristo Redentor incluyendo un guía, los traslados  y la entrada con acceso preferente al Corcovado.

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El paisaje único de la bahía de Guanabara

¿Qué puedo decir que no esté dicho ya acerca del maravilloso paisaje que se abre ante nuestros ojos desde los balcones del mirador del Cristo del Corcovado? Sólo puedo decir que las vistas son incomparables. Un auténtico sueño en el que el morro del Pan de Azúcar se alza sobre la bahía de Guanabara. A su alrededor se levantan los edificios de Rio de Janeiro, los barrios de favelas, las playas y la selva formando un conjunto de una armonía inimaginable.

La gente se agolpa bajo la estatua del Cristo Redentor cuyos 30 metros de altura se suman a los 710 del Corcovado. Aquí la lucha por un pequeño espacio es a brazo partido. Y esto es casi literal porque todo el mundo quiere hacerse la típica foto con los brazos extendidos, lo que hace inevitable golpear a diestro y siniestro. También verás gente que se tira al suelo para fotografiar la estatua mientras familiares y amigos posan para la foto abriendo sus brazos en cruz. Otros muchos permanecen extasíados admirando el paisaje sin creer todavía que lo que están viendo es real. Tanto las escalinatas de acceso como los negocios de recuerdos y los mismos balcones de los miradores son un hervidero de gentes venida de todo el Mundo para asombrarse ante este paisaje maravilloso.

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Cualquier esfuerzo y cualquier espera está justificada cuando llega el momento de asomarse al vacío. A la izquierda la inmensa bahía se abre hacia el este atravesada por el larguísimo puente de Niteroi. Allí abajo los rascacielos del Centro compiten por destacar entre los demás edificios, sobre todo con la silueta piramidal de la Catedral de Rio.

Pero es el Pan de Azúcar el que atrae todas las miradas. Hacia la derecha se va abriendo Copacabana y después Ipanema con la enorme Lagoa Rodrigo de Freitas a la espalda. Más allá la vista se pierde en los morros que separan Leblón de Sao Conrado. Los minutos pasan y no me canso de mirar una y otra vez ese paisaje que se pierde en un día claro más allá de la bulliciosa ciudad de Niteroi y la laguna de Maricá. Mientras que por el otro lado la espesura de la selva que retrepa por morros y montañas lo invade todo con un verde intenso y tropical. La Naturaleza sale al paso y es fácil encontrarse, muy cerca, a algunos animales acostumbrados a la presencia humana.

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Lo único que rompe el encanto del lugar es la muchedumbre que se bate en escaleras y balconadas para hacerse la foto bajo la indiferente mirada de piedra del Cristo Redentor. Quizás esté obrando el milagro de evitar que muchos visitantes acaben despeñándose empujados al vacío por las oleadas de grupos de turistas que llegan arrasando todo a su paso.

He subido hasta aquí arriba en tres ocasiones y siempre dejo el Corcovado con una extraña sensación de asombro renovado. Y también con el deseo de regresar para dejar pasar el tiempo sin pensar. Simplemente admirando este paisaje que parece inmutable mientras la vida transcurre bulliciosa y animada allí abajo en las calles de la capital carioca.

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El regreso se hace desde la entrada donde compramos los boletos en alguna de las Van de la compañía en la que hicimos el ascenso. Para evitar confusiones te dan una pequeña pegatina y sólo hay que preguntar en el lugar donde estacionan todas las van en cuál nos podemos subir. A pesar del aparente caos de furgonetas, turistas, guías, conductores y los gritos de los vendedores de agua, comida, paraguas y demás recuerdos, el sistema funciona razonablemente bien y te ahorras lo que puede costar un taxi si es que lo encuentras.

Finalmente las Van hacen el camino de vuelta y te dejan de nuevo en la Estación de Cosme Velho o en el lugar donde las hayas tomado en la ciudad.  La línea de bus 583 os llevará de regreso a Copacabana aunque si queréis llegar al Pan de Azúcar y al barrio de Urca deberéis bajaros en la Praia de Botafogo frente al Shopping n° 400, al lado do Banco do Brasil. Y en la misma parada tomar el 511 o el 107, pero preguntar antes al conductor. Si no hay mucho tráfico merece la pena tomar un taxi desde Cosme Velho al Pan de Azúcar.

Caminando junto a los Arcos da Lapa a lo lejos aparece la silueta del Corcovado con su Cristo Redentor. Desde las alturas de su altar parece abrazar a la ciudad y a sus habitantes sin importarle los muchos pecados que deben acumular en su conciencia. Pero a quién le importa eso en esta ciudad que sigue emocionándome con sus contradicciones, con sus grandezas (muy grandes) y sus miserias (muchas y terribles). Es lo que tiene Río de Janeiro, que acaba tocándote en lo más profundo del alma y al final, a pesar de todo, siempre terminas regresando.

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Información práctica:

– El «Trem do Corcovado» tiene salidas cada media hora todos los días entre las 8h y las 19 h desde la Estación de Cosme Velho y el trayecto dura unos 20 minutos. El boleto incluye transporte de ida y vuelta en el tren y también el acceso al Cristo del Corcovado. Y sólo es válido para la visita a la hora reservada el día de la compra. Pero lo más probable es que cuando llegues a la estación ya estén todos los billetes del día vendidos, así que también los puedes adquirirlos en los siguientes puntos:

– Centro comercial Rio Sul, en la primera planta

– Quiosco RIOTUR de Copacabana en la Avenida Atlántica, cerca del Posto 3

– Quiosco RIOTUR en el Centro, en la Calle Candelaria nº6

– Se pueden adquirir por Internet los billetes del «Trem do Corcovado» que parten y regresan a la estación de Cosme Velho por Internet. Pero tened en cuenta que al comprar la entrada así le añaden un 10% de comisión a los precios indicados anteriormente.

– En caso de no utilizar el Trem do Corcovado puedes usar un servicio de combis llamado Paineiras Corcovado con varios puntos de venta y salida directa sin paradas. El billete incluye el transporte y la entrada al monumento del Cristo del Corcovado. Hay un punto de venta en Copacabana en la Praça do Lido y otro en a plaza Largo do Machado al salir del metro. Hay otro punto de salida en la Estación Paineiras y por su cercanía aquí te costará más barato.

– Un taxi a Cosme Velho puede tardar entre 20 y 40 minutos desde Copacabana o desde el Centro, dependiendo de la hora y del tráfico. Por lo tanto los precios también varían aunque los taxis de Río son bastante asequibles. Si utilizáis el bus debéis añadir más tiempo. Uno de los autobuses más utilizados para llegar hasta Cosme Velho desde Copacabana es el 583. Y si llegas en crucero puedes tomar el 180 o el 184 desde la zona del puerto en el Centro que también tiene parada en Cosme Velho. Pero recuerda, reservar antes tus boletos.

– Si después de visitar el Cristo del Corcovado queréis ir directamente al Pan de Azúcar y al barrio de Urca, tomar de nuevo el bus 583 y bajaros en la Praia de Botafogo frente al Shopping n° 400, al lado del  Banco do Brasil. Y en la misma parada tomar el 511 o el 107, pero preguntar antes al conductor. Como es un poco complicado en este caso os merece la pena tomar un taxi directamente desde Cosme Velho al Pan de Azúcar.

– Si tienes la intención de permanecer bastante tiempo en Río de Janeiro, desde aquí puedes organizar y reservar todas las actividades que te pueden interesar.

 Y recuerda que un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Así que ni lo dudes. Desde aquí te recomiendo MONDO. Además contratando tu seguro desde esta página tienes un 5% de descuento.

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