Kioto, entre la tradición y la modernidad.

Kioto fue capital y residencia del emperador desde el 794 hasta 1868. Hoy día es una ciudad moderna más del Japón del S.XXI. Pero a pesar de los avatares de la Historia, los incendios, los terremotos y las guerras todavía escode detrás de puertas y muros algunos de los rincones más hermosos de la Tierra creados por el hombre.

Maravillosos palacios, templos santuarios y jardines nos llevan al éxtasis de la belleza. Muchos de ellos pueden representar la perfecta conjugación de la armonía de la Naturaleza con el sentido creativo del espíritu humano.

Arashiyama maiko

Gracias a sus reconocidos valores históricos y culturales Kioto se libró de los bombardeos norteamericanos de la II GM. Además fue eliminada de la lista de ciudades candidatas a que le cayera una bomba atómica encima. Afortunadamente este ápice de cordura permitió salvaguardar casi milagrosamente las maravillas de Kioto hasta nuestros días. Y es por ello que cada uno de sus rincones debe ser disfrutado al máximo considerando la fragilidad de este legado único. Tengo claro que si sólo tuviéramos la oportunidad de visitar un lugar en Japón, éste debería ser Kioto. Y no sólo porque guarda el 20% de los tesoros históricos del Japón, sino también por las escenas del día a día que la convierten en una ciudad única e inolvidable.

Es en Kioto donde viviremos con más intensidad los intensos contrastes y la dicotomía del carácter japonés. En esta ciudad la modernidad y la tradición van de la mano de forma sorprendente. Y aunque cada vez es más evidente la influencia del mundo occidental aquí sobreviven en armonía tradiciones, festividades y paisajes que nos retrotraen a un pasado cada vez más valorado.

Kyoto_2702

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Por el Centro de Kioto

El paisaje urbano de Kioto visto desde la ventanilla del tren no difiere de lo que veremos a lo largo de todo el Japón. Casa bajas un tanto desordenadas, poca estética, calles y callejones fríos, edificios modernos aquí y allá… desde luego nada de lo que anuncian las guías de turismo. Esta impresión se mantiene al salir de la estación y encontrarnos con una enorme torre de comunicaciones de la que los habitantes de Kioto están muy orgullosos.

La propia estación con su terminal de autobuses incluida, es un enorme y futurista conglomerado comercial muy alejado de la imagen que el turista tiene de Kioto como capital tradicional de Japón. Estamos en la 8ª Avda. al sur de lo que se considera el centro de Kioto y donde están la mayoría de restaurantes, tiendas, calles comerciales y locales de ocio. El cruce de la 4ª Avda. con la calle Kawaramachi es casi una copia de las zonas comerciales que encontraremos en cualquier otra gran ciudad de Japón. Y esto no es precisamente lo que hemos venido a buscar aquí.

.Fachada de la estación central de Kyoto.

Bien, ya estamos en Kioto instalados en alguno de los muchos ryokan decentes situados en el centro de la ciudad. O tal vez estés pasando un par de noches en un hotel cápsula, lo que siempre es una experiencia muy curiosa ¿Por dónde empezar? Kioto está plagado de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y podemos volvernos locos corriendo de un lado para otro intentando verlos todos.

Aquí más que en otros sitios se hace imprescindible una cuidada planificación de nuestro tiempo y energías. Desde el principio debemos tener claro qué visitar en primer lugar y dejar para más adelante otros puntos de interés en una visita que nos llevará por lo menos 3 días. Personalmente recomiendo al menos 5 días para conocer también sus alrededores.

.Kyoto Hotel cápsula.

El NijojoCastillo Nijo puede ser un buen punto de partida porque es fácilmente accesible en la línea Tozai del metro. Tras unos 15 mn. de trayecto nos bajamos en la estación Nijojo y caminaremos un rato hasta la entrada al recinto abierto de 8:45 a 17:00 excepto los martes. El castillo fue fundado en el S.XVI por Ieyasu Tokugawa fundador del Shogunato y fue su residencia así como la de sus herederos.

Su estructura de madera de ciprés propia de la arquitectura Momoyama ha sobrevivido casi intacta hasta hoy a excepción de un castillo de cinco pisos destruido por el fuego en el S.XVIII. Pero los detalles de la decoración permanecen así como sus puertas correderas y sus pasillos de madera cuyo suelo cruje a nuestro paso como medida de prevención contra las incursiones nocturnas de los enemigos del Shogun. Aunque las fotografías no están permitidas se puede recorrer el interior paseando por sus estancias minimalistas recubiertas de tatami.

Rodeando las construcciones existe un amplio jardín que nos hará olvidar que fuera de estos muros estamos rodeados de tráfico y bullicio. Sí, por fin entro en el Kioto del pasado y la hora que paso recorriendo el castillo Nijo comienza a reconciliarme con esta ciudad.

.Kyoto Nijo jo 1

Kyoto Nijo jo 2

Kyoto Nijo jo 3

Kyoto Nijo jo 4

Kyoto Nijo jo 5

Kyoto Nijo jo 5

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El Palacio Imperial de Kioto o Kioto Gosho situado en el Kyoto Imperial Park fue la residencia de la Familia Imperial japonesa hasta 1868. En ese año el emperador Meiji decretó la abolición del Shogunato como forma de gobierno y la capital se trasladó a Tokio. Debido a que los sucesivos palacios sufrieron incendios y destrucciones varias, el complejo que ahora visitamos rodeado de un extenso muro salpicado con numerosas puertas es de 1855. El Palacio sólo se puede visitar acompañado de un guía y en teoría es preciso hacer la reserva con varios días de antelación en la Oficina de la Casa Imperial sita en el mismo parque o a través de Internet ya que los horarios son bastante limitados.

Podemos llegar hasta aquí en metro en la línea Karasuma bajándonos en las estaciones de Marutamachi o en la de Imadegawa, la más cercana a la Oficina donde se hacen las reservas. Puede que la visita al Palacio nos decepcione un poco en comparación con otras construcciones debido a su poco ostentosa decoración, a que no se pueden visitar sus interiores y a que la visita guiada es excesivamente rápida. En compensación los jardines privados son una auténtica delicia. Si no tenéis mucho tiempo en Kioto se puede dejar esta visita para el final si os sobra tiempo.

 

Kyoto Nijojo jardines

El mercado de Nishiki y el distrito de Pontocho

Después de estas visitas culturales apetece introducirse un poco más en el mundo real de las calles de Kioto. Aquí todavía quedan algunos rincones mágicos donde podremos encontrarnos con el alma del Japón tradicional. Paralelo a la Avda. Shijo y accesible en unos minutos a pié desde la estación de metro de la línea Karasuma nos encontraremos con el mercado de Nishiki. Aquí más de un centenar de tiendas y pequeños locales se suceden en una estrecha calle donde se venden todo tipo de alimentos y especialidades gastronómicas japonesas. Este mercado existe desde hace siglos y algunas de estas tiendas son regentadas por las mismas familias generación tras generación. Podemos visitar este mercado a primeras horas de la tarde para después acercarnos caminando por la Avda. Shijo hasta el distrito de Pontocho.

.Kyoto gastronomía.

Pontocho bordea la orilla oeste del río Kamo y aunque durante el día no hay mucho que ver, al atardecer la atmósfera de las estrechas calles iluminadas con linternas japonesas se vuelve más interesante. Las casas de té, restaurantes de todas las categorías, bares y clubs exclusivos se van alternando a lo largo de las fachadas iluminadas. Las puertas correderas de los locales apenas dejan vislumbrar desde la calle los secretos semiocultos de su interior. Esta puede ser una buena opción para rematar el día cenando alguna de las especialidades de la gastronomía de Kioto mientras la noche se alarga iluminada por la tenue luz de los farolillos de papel. Hay muchos restaurantes para elegir y el ambiente es muy agradable..

Calles de Pontocho

Kyoto camarera de Pontocho

Kyoto Pontocho 1

Kyoto Pontocho 2

Kyoto Pontocho 3
Pontocho 1
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La zona este de Kioto

Tras una apacible noche de descanso arropado en un cómodo futón extendido directamente sobre el tatami del cuarto del ryokan, me levanto lleno de energía. Hoy toca visitar algunos de los santuarios más importantes y espectaculares de Japón ubicados en la zona este de Kioto. Aquí en las colinas sobreviven al paso del tiempo bellísimos templos e inmensos jardines junto a frondosos bosques de arces, pinos, cipreses y cerezos.

Si tenéis la suerte de estar aquí en la primavera podréis disfrutar de uno de los momentos preferidos por los japoneses: el Hanami. Vuestros sentidos quedarán impactados por la belleza de la floración de los árboles en está época, y sobre todo por el Sakura, en japonés サクラ. Es el momento en el que los cerezos en flor salpican de un suave color blanco-azulado calles, avenidas, templos y jardines no sólo de Kioto si no del país entero. Un espectáculo único que atrae a millares de japoneses a templos y jardines.

.Hanami

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El maravilloso barrio de Higashiyama, el alma de Kioto

Tras tomar un autobús nº 100, 202 o 206 en la Kyoto Station hay que bajarse en Kiyomizu-michi o Gojo-zaka. Desde aquí se camina colina arriba por las animadas y turísticas calles del distrito de Higashiyama. Esta pintoresca aproximación a la entrada del templo Kiyomizu es de todo menos tranquila pues auténticas hordas de visitantes pugnan por ser los primeros en alcanzar su objetivo. Restaurantes, ryokan y tiendas de porcelanas, dulces, artesanías y recuerdos se suceden a lo largo del camino. Este es de esos lugares habituadas al tránsito de gentes, peregrinos y visitantes que llegan hasta aquí desde hace siglos. Pero si no os importa madrugar, el templo está abierto desde las 6 de la mañana y a esas horas el acceso es más tranquilo y menos multitudinario.

.Kyoto Higashiyama 1

Kyoto Higashiyama 2.

El templo Kiyomizu o del “Agua Pura” es uno de los más importantes y visitados de Japón. Fundado en el año 780 y reconstruido en 1633, se asienta en una de las faldas del Monte Otowa ofreciendo desde su archiconocida terraza algunas de las mejores vistas sobre Kioto. Bajo esta terraza se encuentra el manantial de agua de supuestos poderes salutíferos que ha dado nombre al templo. La larga terraza de madera está sostenida por 139 pilares cada uno de unos 15 m. de altura.

..Kyoto Higashiyama.

Detrás del principal edificio de la entrada a Kiyomizudera está el santuario Jishu pintado del típico color bermellón dedicado a las deidades del amor. Justo enfrente encontraremos dos rocas separadas unos 9 m. entre las cuales deberemos andar con los ojos cerrados para tener suerte en nuestra vida amorosa. Los alrededores de Kiyomizu son espectaculares sobre todo en primavera con la floración de los cerezos y en otoño cuando las hojas de los arces se tornan rojizas. Es en estas fechas cuando la lucha a brazo partido por hacerse la mejor foto o encontrar un lugar tranquilo se convierte en misión imposible.

Esta, sin duda, es una visita imprescindible en Kioto y todo esfuerzo por llegar hasta aquí merece la pena debido a la belleza singular del conjunto arquitectónico y de su espectacular emplazamiento natural. Como es un lugar tan especial le he dedicado un artículo específico donde podrás obtener más información y ver más fotografías: Descubriendo el Kioto más tradicional en Higashiyama.

.Kyoto Higashiyma 2

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Del Ginkakuji al Templo de Nanzenji por el Paseo de la Filosofía

Ya que estamos en el distrito de Higashiyama podemos acercarnos hasta el Ginkakuji o Pabellón de Plata tras visitar el Kiyumizudera pues está considerado como uno de los lugares más hermosos de Kioto. En esencia nos encontramos con un pequeño templo Zen construido en madera en 1482 a los pies de las colinas situada al este de la ciudad. Lo de la plata viene porque en su momento se pensó recubrir el templo del preciado metal, cosa que nunca se llevó a cabo aunque le quedó el nombre. Por eso lo más destacado en este recinto no es el templo en sí, sino los bosques forrados de musgo que lo rodean y su conocido jardín Zen.

Aquí sobresale una montaña de arena de forma cónica casi perfecta que representa al monte Fuji rodeado por una especie de oleaje de arena que conforma un llamativo conjunto. Este es sin duda uno de los jardines más curiosos que se pueden ver en Kioto. Un paseo por sus jardines entre pinos y arces con el suelo forrado de musgos y flores es algo imperdible.

.Kyoto Ginkakuji 1

Kyoto Ginkakuji 2

Kyoto Ginkakuji 3

Kyoto Ginkakuji 5..

Al salir del Ginkakuji podemos recorrer el llamado Camino de la Filosofía que conduce hasta el barrio donde se ubica el Templo de Nanzenji. Este paseo bordea un canal a cuyas orillas se han plantado cerezos a lo largo de más de 1 Km. En primavera es uno de los lugares más frecuentados para disfrutar de la belleza del hanami del sakura con miles de cerezos en flor. Un espectáculo único del que disfrutar en calma. Además el camino está salpicado de pequeños templos como el Mirokuin, Honen-in, o el Reinkanji y algunos restaurantes donde reponer fuerzas mientras miramos alelados de un lado a otro del paseo preguntándonos si lo que estamos viendo es real o un hermoso sueño.

.Kyoto Camino de la Filosofía

Kyoto Camino de la Filosofía 3.

Al final de este paseo llegaremos al Templo de Nanzenji del S.XIII, considerado el conjunto de templos Zen más importante del Mundo. Y famoso sobre todo por su jardín de rocas ubicado en el interior de un patio de su edificio principal y por sus puertas correderas decoradas con pinturas de la Escuela Kano. En el jardín hay tres pequeñas rocas llamadas los tigres acompañadas de otras tres más pequeñas, los cubos, todas rodeadas de arena blanca simulando una corriente que llena el vacío entre las rocas.

En Rioan-ji existe un jardín similar aunque ambos se diferencian en los pequeños detalles. El conjunto guarda varios templos más pequeños y jardines de los cuales sólo 3 admiten visitas, el más famoso de los cuales es el de Nanzenin con una cascada que alimenta un estanque rodeado de árboles esculpidos y en el que sobresalen pequeñas islas de verde. La belleza del conjunto, sobre todo en otoño, es de las que dejan recuerdo. En el cercano templo de Choso-in los monjes sirven al público cocina vegetariana desde hace más de 300 años y aquí el tofu fresco es sencillamente inolvidable. No os lo perdáis.

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El distrito de Gion: buscando geishas en Kioto entre callejuelas, parques y santuarios

¿Quién no se ha imaginado caminar por las calles de Kioto rodeado de geishas en calles iluminadas con linternas de papel? ¿O entrar en esos locales con puertas correderas para descubrir algunos de los secretos del Japón más tradicional? Al igual que en el distrito de Pontocho podemos hacernos la ilusión de vivir algo así en el conocido distrito de Gion. Aquí sí veremos a japonesas vestidas a la forma tradicional con sus coloridos kimonos, con sus rostros cargados de maquillaje blanco y espectaculares peinados.

Deberemos adentrarnos por los vericuetos de la calle Hanami-koji cuyos viejos edificios están ocupados por tradicionales casas de té y restaurantes. En ellos es posible ser atendido por aprendices de geisha, las llamadas maiko, que practican en estos locales sus gentiles y tradicionales dotes artísticas. No esperéis más que amabilidad, elegancia, sonidos de roces de seda de los kimonos, buena comida, una interesante conversación en japonés y precios desorbitados.

.Kyoto Gion.

Para llegar hasta aquí tomaremos alguno de los autobuses que salen desde la Kyoto Station hasta la parada en Gion o Shijo. Si optamos por el tren la estación de Shijo de la línea Keihan  tampoco está lejos. Y para los que nos gusta ir al grano la mejor opción sigue siendo la del taxi. En Gion Corner podremos encontrar una amplia información sobre distintas representaciones de la cultura tradicional japonesa con demostraciones de la ceremonia del té, música de arpa, bailes realizados por maiko, pequeñas representaciones teatrales y exposiciones de ikebana, esos arreglos florales que les encantan a los japoneses, entre otras posibilidades.

Sin ser muy exhaustivos todos estos espectáculos se realizan con la intención de introducir al extranjero en la cultura japonesa y por supuesto, casi todos son de pago. También encontraremos locales donde se hacen representaciones del tradicional teatro Kabuki en las que no nos enteraremos de nada, pero que son curiosas por el atrezzo de la obra, la música y el ambiente que se vive.

Si además estamos por aquí en julio es obligatorio acercarse a uno de los santuarios más populares de Kioto, el de Yasaka, donde se celebra uno de los tres festivales tradicionales más importantes de todo Japón: el Gion Matsuri. Los desfiles de carromatos que portan una especie de templos de más de 6 m. de altura son lo más llamativo. Además se puede disfrutar de un ambiente festivo único en el que los japoneses olvidan su habitual encorsetamiento y se abandonan a la alegría del festival.

Volviendo al santuario, una de las construcciones de madera que lo conforman está repleta de linternas de papel que se iluminan al anochecer ofreciendo un espectáculo mágico. Pero si estamos por aquí en primavera, tanto de día como de noche, el espectáculo lo ofrecen los miles de cerezos en flor del cercano parque Maruyama Koen donde los japoneses practican lo que ellos llaman hanami, el avistamiento de los árboles en flor. Anualmente agencias estatales del medio ambiente anuncian a bombo y platillo el inicio del período de floración de estos árboles en las distintas ciudades japonesas. Y sus habitantes se desplazan por millares en busca del mejor lugar para disfrutar de este espectáculo natural.

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Kyoto Yasaka.

El Sanjusangendo es uno de los lugares más curiosos que podamos visitar en Japón dentro de lo que son las construcciones religiosas. Ante nosotros tenemos una enorme edificación de madera que con sus casi 120m. es la más larga de Japón en este material. Pero lo más significativo de este templo fundado en el año 1164 se encuentra en su interior: 1001 estatuas a  tamaño natural de Kannon, la diosa budista de la bondad.

El centro del templo está ocupado por una enorme estatua de Kannon con 40 brazos flanqueada a cada lado por otras 500. Todas labradas en madera de ciprés entre los S. XII y XIII a tamaño humano y situadas en gradas ascendentes unas al lado de otras. Por desgracia no se permite ni fotografiar ni grabar en vídeo y es una pena porque estos largos corredores repletos de estatuas donde antaño se hacían competiciones de tiro con arco, nos dejarán con la boca abierta. Y además, llegar hasta el Sanjusangendo sólo nos llevará unos 20 mn. de caminata desde la Kyoto Station o un corto viaje en los autobuses 100, 206 o 208.

.Kyoto Sanjusangendo.

A pesar de su construcción relativamente reciente, 1895, el Santuario Heian es un lugar muy visitado por la belleza de sus construcciones réplica de las existentes en el Palacio Imperial del Periodo Heian hace más de 1200 años. Aunque el color naranja, verde y blanco de las estructuras parece lo más significativo de este santuario lo más interesante está en su jardín, el Shinen Garden. Es el ejemplo típico de los jardines realizados durante el periodo de la restauración Meiji a finales del S.XIX. De nuevo los protagonistas indiscutibles de este parque son los cerezos en flor al comienzo de la primavera, sus lirios de agua en veranos, y el color rojizo de las hojas de los arces en el otoño.

Se llega en el metro de la línea Tozai con parada en la Higashiyama Station desde donde caminaremos unos 10 mn. hasta llegar a la entrada principal. La parada de autobús, líneas 5 o 100 desde la Kyoto Station, está más cerca pero es un poco lioso saber dónde bajarse. La admisión al santuario es gratuita pero la visita al jardín es de pago y de verdad que merece la pena.

.Kyoto Heian

Kyoto Nanzenji 2

Kyoto Nanzenji 1

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En la zona norte de Kioto

El Kinkakuji o Templo del Pabellón Dorado es quizás el templo más fotografiado de Kioto. Es un templo Zen del S.XV usado en su momento como lugar sagrado para guardar reliquias de Buda. Además fue el modelo utilizado para la construcción del Ginkakuji, el Pabellón de Plata. El edificio que vemos hoy día es una reconstrucción pues en 1950 un monje lo incendió accidentalmente. Se reconstruyó en 1955 y posteriormente se cubrió de láminas de oro, pero 5 veces menos gruesas que las originales.

A pesar de ello este pequeño santuario es conocido por el brillo de ese recubrimiento dorado de láminas de papel de oro con su tejado rematado por un ave fénix de bronce y la belleza del jardín de musgos que lo rodea. Cuando el día es claro y el cielo azul intenso, el templo dorado brilla intensamente y su imagen se refleja en el lago que lo rodea como si fuera un espejo. Eso sí, tendrás que pelearte para conseguir un rincón desde donde hacer una foto ya que estás en uno de los lugares más visitados de Kioto.

.Kyoto Kinkakuji 1

Kyoto Kinkakuji 2.

El conjunto es un canto a la belleza y la armonía producto de la paciencia y el arte de los arquitectos. Y sobre todo al buen hacer de los jardineros japoneses. Aquí, como en muchos otros jardines los veréis trabajando silenciosamente, la mayoría de las veces en concentrada soledad. Ellos dan forma a las ramas, cortan esquejes, ponen guía a los arbolillos y, lo más increíble, podan con unas tijerillas y una paciencia infinita el musgo que crece por doquier, igualándolo, dándole forma. Es una labor titánica, permanente, digna de ser observada y que lentamente van conformando estos jardines a las formas y gustos estéticos del jardinero.

Sin duda esta es otra de esas visitas ineludibles de nuestra estancia en Kioto. Podemos llegar al Kinkakuji en los autobuses 101 o 205 desde la Kyoto Station hasta la parada de Kinkakuji-michi. También podemos tomar el metro hasta la estación de Kitaoji y desde ahí tomar un taxi.

.Kyoto Ginkakuji 4
Kyoto jardines de musgo.

Caminando un cuarto de hora desde el Kinkakiju o a 5 mn. en taxi encontraremos otro de los lugares más visitados de Kioto, el santuario de Ryoanji. Entramos de nuevo en otro templo Zen cuya mayor atracción es su jardín de rocas y arena que es, sin ninguna duda, el más conocido de Japón. La sencillez del conjunto creado en el S.XV es impactante en su simplicidad: varios conjuntos de rocas irregulares y de distintos tamaños rodeados de un círculo de musgo y todo ello inmerso en un campo de arena blanca.

El austero jardín está rodeado por tres de sus lados de un muro pintado en una especie de gama de ocres viejos. Esto lo aísla visualmente obligando a centrarnos en las rocas que sobresalen de la arena. Tras unos momentos iniciales de observación hay que echarle imaginación. Podéis recrear una visión a vista de pájaro donde las rocas se convierten de pronto en montañas solitarias cuyas crestas emergen de entre un mar de nubes blancas. ¿O quizás son islas en medio del Océano?

Aunque nadie conoce exactamente el significado de este jardín Zen, cada visitante puede dejar volar su mente y dejarse llevar por la simplicidad de su belleza. Si conseguimos aislarnos de las multitudes que invaden el mirador. Si vamos a primera hora la contemplación reposada del conjunto de rocas quizás nos lleve a la introspección necesaria para ver las 15 rocas del jardín al mismo tiempo y alcanzar la plenitud Zen. En realidad sólo lograremos ver 14 rocas al mismo tiempo por mucho que lo intentemos.

.Kyoto Nanzenji.

A la salida de Ryoanji podemos darnos un paseo por sus alrededores hasta el restaurante situado a la orilla de un estanque donde nadan abundantes patos y otras aves acuáticas. Desde el restaurante, sentados en su suelo de tatami, tendremos unas estupendas vistas a un pequeño jardín de musgo de intensas tonalidades verdosas que rodea el estanque. Este es uno de esos lugares donde la buena comida, cara por cierto, la decoración del  restaurante y el entorno nos congraciarán con la vida.

.El conjunto de templos y jardines de Ninnaji es de los más extensos e interesantes de Kioto con una serie de edificios y jardines que se integran de una forma homogénea y estéticamente muy hermosa. Aquí hay varios templos, una gran puerta ceremonial de entrada con dos grandes y desvencijadas tallas de guardias de aspecto terrorífico. También una pagoda de 5 pisos, casas de té y pabellones finamente decorados. Y quizás lo más interesante, algunos de los más impresionantes jardines japoneses que podamos ver jamás. Entre sus rarezas existe una variedad de cerezo llamado Omuro sólo cultivado aquí que florece en primavera más tarde de lo habitual en el llamado periodo hanami atrayendo a un ingente número de japoneses.

La belleza del conjunto fue reconocido por la Unesco y está en la lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad. Ninnaji fue fundado en el S.IX como residencia imperial pero después de siglos de guerras, fuegos, terremotos y destrucciones varias, ha llegado al S.XXI como escuela budista de la secta Shingon. Llegar hasta aquí es relativamente fácil tras una caminata de unos 10 mn. desde Rioanji o bajándonos en la parada de Omuro del tren Keifuku Kitano, una especie de tranvía que conecta Arashiyama con el distrito de Kitano.

.Kyoto garden.

Una de esas visitas que podrás hacer si dispones de más tiempo y no te has cansado ya de templos es la del santuario Zen de Daitokuji, el centro ceremonial más importante de la secta Rinzai del Budismo Zen. En realidad es una especie de pequeña ciudad por la cantidad de subtemplos y construcciones que lo forman, unos 24. Aquí encontraremos ejemplos de diseño Zen en su máxima expresión con habitaciones específicas para la ceremonia del té, un par de restaurantes vegetarianos y, por supuesto, unos jardines de rocas, arena y vegetación que os dejarán realmente sorprendidos si sois amantes de este tipo de jardines minimalistas. Nos podremos acercar hasta la montaña donde está el Daitokuji en la Karasuma Line del metro y bajándonos en la estación Kitaoji. De nuevo lo mejor es tomar un taxi que en unos 5 mn. nos acercará hasta la puerta del recinto del santuario.

Fundado en el S.XIV, destruido en parte durante la Guerra Onin y reconstruido por comerciantes de Osaka, el conjunto ha sobrevivido hasta hoy alejado de las intrigas políticas. Entre los distintos templos es obligatorio señalar el de Daisenin donde encontraremos un pequeño jardín de rocas simulando un paisaje montañoso natural a escala. Está considerado el mejor ejemplo de la jardinería Zen en miniatura y se cree que es el más pequeño de su estilo en Japón. La verdad es que para fotografiarlo es necesario un gran angular ya que está incrustado entre los muros del templo. Si visitamos Kioto en otoño el subtemplo de Kotoin es visita obligada por la tonalidad rojiza que las hojas de los arces adquieren a mediados de noviembre dando al conjunto la sensación de que nos encontramos ante un jardín en llamas.

Después de esta sobredosis sólo voy a proponer un par de visitas más, imprescindibles para aquellos que tengan la suerte de disfrutar de su tiempo en Kioto sin agobios y sin prisas.

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El santuario de Fushimi Inari

Una visita relajante y apacible si no fuera por las avalanchas de visitantes. El santuario de Fushimi Inari es el más conocido de todos los dedicados a Inari, el dios del arroz de la religión Shinto, de los que hay repartidos por todo Japón. Y hay muchos. Su popularidad reside en las largas avenidas de puertas torii de color bermellón que cubren los caminos que recorren la montañaque se alza detrás del santuario llamada Inarisan. 

.Kyoto Fushimi Inari 1.

Recorrer los distintos caminos y veredas de esta montaña repleta de bosques nos llevará unas dos horas así que imaginaros la cantidad de puertas torii que hay por aquí. Además de puertas, veremos estatuas de zorros por todos lados ya que estos animales son los mensajeros de Inari y por lo tanto están asociados a esta divinidad. También los zorros dan nombre a la popular sopa de noodles con trozos de tofu frito que se sirve en los distintos restaurantes y puestos de comida repartidos por la montaña, la llamada Kitsune Udon. Si después de varios días en Japón todavía no estáis aburridos de sopa de noodles, pues adelante.

La verdad es que llegar hasta aquí no es muy complicado ya que sólo hay que tomar el el tren de la JR Nara Line en la Kyoto Station y bajarse en la estación de Inari tras unos minutos de trayecto. Sin duda Fushimi Inari es un buen lugar para despedirse de Kioto ya que aúna espectacularidad, belleza y espiritualidad en un entorno natural en el que poder olvidarse del mundanal ruido del S.XXI. Y para conseguirlo debéis ir a última hora cuando atardece. Durante el día recorrer este lugar en paz es misión imposible.

.Kyoto Fushimi Inari 3

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En Arashiyama, entre bosques de bambú, templos y macacos japoneses

Arashiyama es una población muy cercana a Kioto rodeada de montañas pobladas con densos bosques. Es uno de los lugares con más encanto que he visitado en Japón y por sí solo justifica dedicar un día para su visita. Aquí se encuentra el famoso bosque de bambú donde el sonido del viento es patrimonio nacional, la montaña donde habitan los macacos japoneses y muchos templos como el Tenryuji. Desde Kioto el autobús nº 11 te deja directamente en el centro de Arashiyama desde donde podrás iniciar un recorrido por esta población repleta de rincones muy especiales. Me gustó tanto que he dedicado un artículo específico donde cuento cómo ir y qué visitar: Entre bosques de bambú, maikos y templos en Arashiyama. Si estás en Kioto no puedes dejar de ir.

.Arashiyama macaco

Arashiyama bosque de bambú 1

Maikos en Arashiyama

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.Datos prácticos:

 – La manera más rápida de llegar a Kioto desde el extranjero es vía aérea al Aeropuerto Internacional de Osaka. En mi caso encontré unas tarifas con Finnair por menos de 500€ ida por Osaka y regreso por Tokio. Esto me permitía hacer una ruta comenzando por Osaka-Kioto para luego regresar por Tokio. Además Kioto está conectada por los trenes bala de la JR Tokaido Shinkansen tanto a Osaka como a Tokio y al resto del país. Desde Tokio el trayecto toma más de dos horas. El recorrido es una sucesión de amplias zonas de cultivos de arroz con la icónica presencia del monte Fuji a lo lejos.

Hay otros trenes que realizan este recorrido pero son más lentos y si tenemos el JR Railpass ¿por qué no aprovecharlo al máximo? No debemos olvidar que un solo billete de ida y vuelta normal en el Shinkansen cuesta casi lo mismo que el JR Railpass para una semana. Desde Osaka el viaje apenas lleva 20 minutos y tanto de una forma como de otra llegaremos a la moderna estación de Kioto. Por lo tanto el JR Railpass es una de las cosas que no han de faltar en un viaje a Japón si te vas a mover el país. Eso sí, no te olvides que el JRPass se activará desde el primer momento que lo utilices. Por esta razón también compré el Kansai Area Pass para moverme por esta región en todo tipo de trenes y reservar el JRPass para activarlo en viajes de larga distancia hacia Hiroshima y Fukuoka en el sur o a Tokio en el norte.

.JRPass.

– A la hora de planificar vuestras visitas, haceros con un buen mapa donde estén señalados los principales puntos de interés. Marcarlos y preparad la ruta por zonas. Una vez en cada zona concreta se pueden visitar los monumentos cercanos caminando o tomando algún taxi.

.Kyoto-Map.

 – En las oficinas de turismo de Kyoto tienen planos del transporte público que facilitan la tarea, pero muchas veces recurrir al taxi será la mejor opción. Porque aunque estemos en el autobús correcto y en la dirección correcta, no tendremos ni la menor idea de en qué parada bajarnos. Y en Japón amig@s, casi nadie habla inglés. Y el resto de extranjeros que viajan a nuestro lado apretados como sardinas en lata tampoco tienen ni la más remota idea de dónde está la parada correcta. Además los taxistas son muy amables, las tarifas correctas y los trabajos de encaje que decoran el interior de los taxis son todo un plus.

.Kyoto taxi.

 – En Kioto el plano de los transportes públicos se asemeja a un “totum revolutum” donde las líneas de autobuses de diferentes compañías, las dos líneas de metro y media docena de líneas de trenes se entrecruzan en un aparente sinsentido. A primera vista esto no facilita el acceso al visitante a los principales monumentos de la ciudad. Pero por lo menos en Kioto existe una tarifa única para los autobuses a diferencia de otros sitios en Japón.

En metro, cada zona tiene un precio y aunque al principio parece complicado su uso es sencillo. Lo que queda claro es que a las autoridades de la ciudad no se les ha ocurrido pensar en poner una línea de metro o autobús a los principales puntos de interés turístico. En fin, estamos en Japón y estas dificultades no deben hacernos cejar en nuestro empeño.

.Kyoto metro 2.

– En resumen los autobuses de color rojo, más útiles a nuestros propósitos, se mueven sobre todo por el centro de la ciudad y sus alrededores y los verdes, por las zonas más alejadas. Debido a los atascos deberemos optar por aproximarnos a nuestros destinos en metro o tren y luego tomar un autobús o un taxi que nos acerque. Y sobre todo, paciencia, paciencia y más paciencia.

En mi primer viaje y en un momento de desesperación inicial opté por hacerme con un buen plano de la ciudad y alquilar una bicicleta un par de días. La verdad es que la ciudad es bastante llana exceptuando las colinas que rodean Kioto, precisamente el lugar donde están enclavados los templos y jardines de visita imprescindible. Pero las distancias se hacen enormes, el tráfico es pesado y hay que tener cuidado de donde dejamos aparcada la bicicleta. Mis discusiones en «japonés» por el tema del estacionamiento de la bici fueron memorables.

 – Tanto en Kioto como en otras ciudades de Japón recurrirás una y otra vez a las tiendas Family Mart a las que yo llamo la «salvación del turista». Es una cadena de las llamadas Convenience Store como los 7-Eleven y otras que están abiertas 24 horas. En ellas puedes encontrar desde café y te, hasta «bento box» para comer o casi cualquier cosa de primera necesidad que precises. Si vas a Japón te harás adicto por pura necesidad.

.Kyoto FamilyMart.

 – Que Japón es caro es cierto sólo para todo lo que sea occidental: restaurantes, hoteles…Si comes en restaurantes japoneses y te hospedas en ryokan el viaje te saldrá mucho más económico. Los ryokan son establecimientos tradicionales que pueden ser de lujo hasta habitaciones en casa particulares. Te aconsejo que eches un vistazo a la web de la Asociación Japonesa de Ryokan y Hoteles para tener una estancia realmente diferenciada y apta para todo tipo de bolsillos.

Respecto a los restaurantes típicos japoneses los encontrarás por todas partes y abiertos casi todo el día y la noche. Y lo mejor es que una comilona te puede salir más barata que en tu país. Como en Kioto pasaréis muchas veces por la Estación Central os aconsejo un sitio que no te arrepentirás de visitar: el Musashi Sushi. Es el típico sitio con barra giratoria por donde circulan los diferentes platos cuyo precio depende del color del plato. Una auténtica sushi-locura.

.Musashi Sushi Kyoto
Kyoto Musashi .

– El tema de la seguridad casi ni merece la pena comentarlo. Japón es uno de los países más cívicos y seguros del mundo. Un amigo dejó olvidada su cámara de fotos en una cabina telefónica de una estación de metro a la vista de miles de personas. Cuando fue buscarla media horas después pensando que era un intento absurdo, tuvo la grata sorpresa de que la cámara seguía allí. Es sólo un ejemplo pero que vale para una estancia en este país que acaba enamorando sobre todo por sus contrastes. Y por la belleza sin igual de lugares como los que te he mostrado de Kioto.

 – Aún así no está de más recordar que un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Así que ni lo dudes. Desde aquí te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente para viajeros inteligentes. Contratando tu seguro desde esta página tendrás  un 5% de descuento.

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