Kiev es la respuesta.
Kiev se alza luminosa sobre un meandro del río Dnieper. Es primavera y sus parques se visten de un verde fresco e intenso tras el largo invierno. Las cúpulas doradas de sus iglesias ortodoxas relucen en la distancia mientras la gigantesca estatua acerada de la Madre Patria nos da la bienvenida a la capital de Ucrania.
Las primeras impresiones de Kiev desde la carretera que conduce desde el aeropuerto de Boryspil son una sorpresa. Esta vez he decidido dejarme llevar por la improvisación y apenas tengo información acerca de esta ciudad que me acabará atrapando.
A día de hoy, marzo del 2022, las noticias sobre Ucrania están en boca de todos. Desgraciadamente. Las fuerzas rusas bajo órdenes del presidente ruso Vladimir Putin han invadido Ucrania. Y su capital, Kiev, se ha convertido en objetivo preferente de esta invasión. Hoy la capital se encuentra casi rodeada por las fuerzas armadas rusas. Mientras tanto sus ciudadanos, y el gobierno ucraniano, se preparan para resistir cualquier ataque y asedio a la ciudad. Quien quiera entender la razón de esta resistencia a ultranza ante el invasor ruso, debería leer sobre el Holodomor: el exterminio por hambre de entre 3 y 5 millones de ucranianos entre 1932-1933 por parte de las autoridades de la Unión Soviética. Algo que ha quedado grabado de forma permanente en la memoria colectiva del pueblo ucraniano.
Kiev no es un destino turístico conocido ni tampoco muy popular. Ahora que lo sé, todavía me pregunto por qué aunque la distancia y los conflictos de los últimos años pueden ser la respuesta. He alucinado con sus iglesias, parques, monumentos y museos, con su animada vida, con su ambiente entre centroeuropeo y soviético… He visitado casi todo lo visitable sin encontrar nunca colas ni aglomeraciones de turistas. Puedo decir que me he sentido un privilegiado. He disfrutado en solitario de lugares que, de estar en otra ciudad, serían un hormiguero de gente gritando y luchando a brazo partido por un selfie. Muchas veces nos preguntamos dónde encontrar una ciudad así. Una ciudad en la que poder disfrutar como uno más de sus habitantes, sin agobios, cargada de historia y repleta de lugares interesantes.
Pues te lo digo ya: Kiev es la respuesta.
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Kiev ¿por qué no llegan los turistas?
Ucrania ha estado presente en los informativos desde la caída del Muro de Berlín y el desplome de la URSS, de la que formaba parte. En 1991 se firma la Declaración de Independencia con la intención de alejarse de la influencia soviética. Tras un largo periodo de crisis económica, la Revolución Naranja de 2004 llenó las calles de Kiev de opositores al recién elegido presidente Yanukóvich. La corrupción, las luchas por el poder, los intentos de alejar a Ucrania de Rusia para acercarla a Europa y el consecuente conflicto del gas con Rusia fueron una constante durante los años siguientes. La reeleción de Yanukóvich, que quiso poner de nuevo a Ucrania bajo la influencia rusa, provocó las violentas protestas de principios de 2014. Las manifestaciones se concentraron en el centro neurálgico de Kiev: la Plaza de la Independencia que pasó a ser conocida popularmente como Euromaidan, la Europlaza. Los disturbios y manifestaciones terminaron con casi 100 muertos y 15.000 heridos. En las elecciones posteriores ganó la plataforma proeuropea de Poroshenko. Esto supuso un cambio geopolítico de acercamiento a Europa y a la OTAN que no sentó nada bien a Rusia.
La consecuencia fue que ese mismo año el presidente ruso Vladimir Putin decidió enviar tropas a la península de Crimea. La invasión rusa forzó a Ucrania a una situación complicada y de difícil solución, ya que el gobierno ucraniano no acepta la adhesión de Crimea a la Federación Rusa. No contesto con esto Putin envió tropas a las regiones fronterizas de Donetsk y Lugansk en apoyo a las facciones armadas pro-rusas que se habían alzado contra el gobierno ucraniano. Comenzaba así una guerra de baja intensidad que provocó el derribo del avión de Malaysia Airlines en junio de 2014 y que con miles de muertos y centenares de miles de desplazados, continúa a día de hoy.
El turismo es miedoso y con esta agitada historia resulta comprensible que se opte por otros destinos menos «conflictivos». Y entrecomillo la palabra conflictivos porque en Kiev apenas hay huellas o referencias a que el país está inmerso en una guerra. Sí, claro que las hay y te las voy a enseñar, como existen referencias al pasado turbulento de Ucrania. Un país que a lo largo de su Historia ha sido invadido, desgajado, absorbido y repartido por sus vecinos.
Pasear por Kiev a día de hoy es como hacerlo por cualquier ciudad europea, pero una ciudad mucho más tranquila y menos masificada. Por eso no me cabe ninguna duda de que Kiev merece ser conocida y visitada.
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RUTA 1. Kiev y lo que no te puedes perder
Aquí te dejo el mapa de la Ruta 1 donde verás señalados los principales lugares cuya visita voy a recomendar. Se puede hacer perfectamente a pie, y aunque se puede hacer en un día te propongo hacerla en 2 para disfrutarla como se merece.
Ya que he hablado de la Plaza de la Independencia o EuroMaidan, voy a empezar este recorrido por aquí. Estamos en el centro de Kiev (metro Maidan Nezalezhnosti). A derecha e izquierda se extiende la Avenida Kreshchatyk, la arteria comercial más conocida y visitada de la ciudad. En esta plaza se produjeron las manifestaciones del 2014, y en las calles adyacentes todavía son visibles algunos memoriales recordando a las víctimas de aquellos meses convulsos. La plaza está presidida por una altísima columna sobre la que parece flotar a 60 m. de altura, y a pesar de sus 20 toneladas, una escultura de bronce de Berehynia, una de las deidades eslavas.
Frente a la columna hay varias fuentes y una gran estatua dedicada a los Fundadores de Kiev. La plaza está rodeada por un moderno centro comercial acristalado, por varios edificios del gobierno y por la gran mole del Hotel Ucrania. La Plaza se prolonga del otro lado de la Avenida con fuentes y otra estatua de San Miguel Arcángel, patrón de Kiev, sobre la Puerta de Liadski levantada en el 2001.
Y es que todo el centro de Kiev es relativamente reciente ya que quedó arrasado tras la II Guerra Mundial. Lo que vemos tanto en la plaza como en la Avenida Kreshchatyk son edificaciones modernas que siguen los patrones de la arquitectura soviética. Se ha dicho de los 2 km. de esta avenida que son el mejor ejemplo de arquitectura estalinista del mundo. Hoy los carteles publicitarios y las luces de neón aportan un poco de alegría a tanta fachada de cemento. Aún así el conjunto no deja de tener cierta elegancia y gran monumentalidad. En la Avenida Kreshchatyk los amantes de las compras encontrarán todas las tiendas de moda habituales en cualquier lugar del mundo. El ambiente lo ponen algunos negocios locales, restaurantes de comida rusa y ucraniana. Y sobre todo la gente que invade la avenida y la hace suya los fines de semana cuando se cierra al tráfico rodado.
Si das la espalda a la columna del arcángel y tomas hacia tu izquierda en Kreshchatyk verás que Kiev es una ciudad por la que pasear resulta muy cómodo. Si te entra el hambre encontrarás un montón de restaurantes. La cadena de cocina rápida más conocida aquí es la de los restaurantes Puzata Hata. Los localizarás por sus carteles rojos con el símbolo de una casa que parece una bellota rodeados del nombre escrito así «Пузата Хата». Son muy populares y desde luego mejor que los McDonald´s. Otra cadena muy conocida, esta vez con cocina de inspiración rusa, es Varenychna Katyusha, escrito así «вареничную Катюша» en sus carteles amarillos, rojos y naranjas que semejan un mantel a cuadros. Sus blinis, platos tradicionales eslavos y en general su pastelería no están nada mal. Sus locales son acogedores y su carta es de una variedad abrumadora.
Si tomáis hacia la izquierda la calle Arkhitectora Horodetskoho llegaréis a una plaza ubicada frente a la Academia Nacional de Teatro Ivan Franko. Me gusta esta pequeña plaza donde se encuentra la escultura de Nikolai Yakovchenko, un artista local, sentado en un banco con su perrito. Pero la razón de llegar hasta aquí es ver las esculturas de la fachada de la llamada Casa de las Quimeras (Bankova 10). Es uno de los edificios que destacan en todas las guías de viaje, y que personalmente no me ha parecido gran cosa. Construido en 1901 por el arquitecto polaco Gorodetsky, se la ha querido comparar con La Pedrera de Gaudí en Barcelona. Quien haya hecho este comentario no conoce La Pedrera. Sí, hay ranas gigantes, sirenas, trompas de elefantes y otros animales esculpidos en cemento decorando la fachada de este edificio modernista. Pero donde esté el genial Gaudí…que se quite Gorodetsky.
Volviendo a la Avenida Kreshchatyk, si seguís avanzando os encontraréis con el Mercado Bessarabsky. Os aconsejo entrar para curiosear por sus puestos de comida fresca donde todo es orden y pulcritud. Si buscas un lugar donde comprar caviar, este es el sitio. Aquí encontrarás todas las calidades de caviar ruso y carne de cangrejo a precios más que interesantes.
Ya estáis muy cerca del Arena Plaza, un centro comercial que por la noche se convierte en uno de los lugares más animados del centro. Sus restaurantes, pubs y discotecas se llenan de gente guapa que aterriza aquí bajando de sus Bentley y Ferraris. Y si me preguntáis he de decir que sí, que las mujeres ucranianas son de otro planeta. No digo más.
Enfrente está el Boulevard Taras Shevchenko por el que llegaréis a uno de los parques más conocidos de Kiev, el de la Universidad Nacional Taras Shevchenko. La fachada de color rojizo de la Universidad contrasta con el verdor de los árboles del parque y es un auténtico oasis dentro de la ciudad. Es perfecto para tomar algo, descansar en sus bancos y disfrutar del ambiente universitario.
Si todavía necesitáis más verde, del otro lado de la Universidad se encuentra el jardín Botánico Alexander Fomin (metro Universytet). Casi frente a la parada del metro os encontraréis con la fachada amarilla de una de las iglesias más bellas de Kiev, la de la Catedral de San Vladimir. Construida a finales del S.XIX en estilo neobizantino, lo más destacable se encuentra en su interior. Sus pinturas, mosaicos e iconos cubren las paredes de la iglesia del suelo hasta el techo.
Una de las cosas que más me sorprendió de Kiev fue la religiosidad que se vive en los lugares consagrados al culto cristiano ortodoxo. El respeto con el que entran los hombres en las iglesias mientras las mujeres se cubren la cabeza con un pañuelo; o el silencio con el que la gente reza apenas iluminada por las velas encendidas, fueron una constante durante todas mis visitas. Y esta catedral de San Vladimir no fue una excepción.
A la salida has de retroceder un poco hasta tomar la calle Volodymyrska. Aquí debéis girar hacia la izquierda. Tras caminar unos minutos pasaréis frente a la fachada del monumental edificio de la Opera Nacional de Ucrania. Os aconsejo acercaros para ver la programación, ya que asistir aquí a una buena representación musical o de ópera resulta muy económico.
Estáis ya muy cerca de la Puerta Dorada de Kiev, la Zoloti Vorota (metro del mismo nombre). Sus orígenes se remontan al Rus de Kiev en el S.XI. El Rus de Kiev estaba formado por grupos de tribus eslavas regidas por una misma dinastía, la de los Rúrika. A día de hoy tanto Bielorrusia, Rusia como Ucrania reivindican el Rus como el origen de su entidad cultural como pueblos. De ahí el interés que siempre ha sentido Rusia, y siente, por Ucrania. La Puerta Dorada, la entrada principal a Kiev, fue parcialmente destruida durante las invasiones mongolas en 1240. Finalmente sus ruinas acabaron enterradas y olvidadas hasta su redescubrimiento en el S.XIX. Lo que vemos hoy es una reconstrucción inaugurada en el 2007 en ladrillo rojo y madera de lo que debió ser esta puerta ceremonial. En su interior alberga un pequeño museo sobre la historia de Kiev en la época del Rus.
Retomamos la calle Volodymyrska para llegar en unos minutos al que fue el primer lugar de Ucrania nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: la Catedral de Santa Sofía. Su nombre proviene de Hagia Sofia, la impresionante basílica bizantina de Estambul, modelo elegido para todas las construcciones cristianas durante siglos. Pero en el caso de los monasterios e iglesias ortodoxas siempre se encuentran rodeadas de un muro. El espacio entre el muro y el edificio de la iglesia se cubre de paseos y jardines, y en el caso de Santa Sofia hasta hay una pequeña cafetería. Además veréis que la gran torre-campanario se suele ubicar a una cierta distancia del edificio principal,justo en la entrada. Gracias a que se puede acceder a lo alto de muchas de estas torres, he podido tomar fotografías que de otra forma hubiera sido imposible.
Al igual que la Puerta Dorada la construcción de Santa Sofia fue iniciada por Yaroslav I el Sabio a principios del S.XI. Precisamente su tumba es la única que se ha encontrado de todos los gobernantes del Rus que fueron enterrados aquí. En su exterior pintado de blanco destacan sus 12 cúpulas verdes y una central dorada. Pero es en su interior, como en casi todas las iglesias ortodoxas, donde se despliega toda la belleza del arte religioso a base de frescos y mosaicos. Muchos de ellos son los originales y cubren casi todas las paredes de sus 5 naves.
Como ya he dicho desde la torre-campanario de 76 metros de altura hay unas vistas estupendas de Kiev. Y sobre todo del lugar que visitaremos a continuación: el Monasterio de San Miguel con sus relucientes cúpulas doradas brillando bajo el sol de la mañana.
Apenas un kilómetro separa a Santa Sofía de la fachada azul celeste y las cúpulas doradas de San Miguel. En este caso vemos que la entrada al recinto se hace cruzando bajo la torre-campanario. Pero antes me detengo en los muros del monasterio. Una de las paredes está decorada con unos coloridos murales. La otra está cubierta de centenares de fotografías perfectamente alineadas de los soldados muertos en la guerra con Rusia, tanto en Crimea como en el Este. A veces alguien se paraba a mirar sus rostros, a leer sus nombres…Una guerra más en Ucrania, una de las muchas que ha sufrido a lo largo de su convulsa historia.
Como convulsa ha sido la sido la historia de este convento. Construido a mediados del S.XI ha sufrido contantes destrucciones, ampliaciones y reconstrucciones. Hasta que durante la época soviética se decidió su demolición. Entre 1934 y 1936 se retiraron sus obras de arte y mosaicos que fueron trasladados a diferentes lugares de la URSS. Algunos se ubicaron en la cercana Catedral de Santa Sofía, pero otros acabaron en el Hermitage de San Petersburgo y también en Moscú. Los terrenos del convento, sagrados durante casi 9 siglos, fueron usados para construir un polideportivo. Así, gracias a las excavadoras, se acaba con la historia de un país.
Sólo tras la Independencia de Ucrania en 1991 se planteó su reconstrucción. Así fue como a partir de 1997 se volvió a levantar todo el complejo recuperándose los mosaicos y obras de arte dispersos por la antigua Unión Soviética. Todo lo que vemos ahora, incluido el campanario, es totalmente nuevo. Pero aún así, viendo sus cúpulas brillando bajo el sol primaveral, sólo es posible exclamar ¡qué belleza de edificio! Es increíble de lo que es capaz el ser humano cuando se propone algo.
Una vez en el exterior hay dos opciones:
opción 1.- Tomar hacia la derecha por la calle Desyatynna pasando por delante del edificio de Correos con su imponente fachada columnada. A medida que avanzamos por estas calles iremos viendo tiendas de arte y antigüedades. Si hace buen tiempo algunas de estas tiendas colocan directamente sus cuadros en la calle formando una especie de galerías al aire libre. Un poco más adelante nos toparemos con la Catedral de San Andrés de Kiev. No puede visitar esta iglesia construida a mediados del S.XVIII en estilo barroco ya que estaba en obras de remodelación. Al parecer la inestabilidad de sus cimientos es la causa de todos sus problemas.
En mi caso lo que me interesa mostrarte son las calles adyacentes llenas de tenderetes con matrioskas y souvenirs de la extinta URSS, e incluso de parafernalia de la II Guerra Mundial. El mejor momento para venir hasta aquí es durante el fin de semana. Veréis que se monta un mercadillo de artesanías y comida en las aceras de Andriivs´kyi Uzviz, esa calle en pendiente que desciende desde San Andrés hacia las orillas del río Dnieper. Y hablando de comer, os aconsejo el restaurante Kanapa de auténtica comida ucraniana en esta misma calle. No es barato, pero si quieres darte un homenaje en un sitio muy bien decorado, con una exquisita variedad de platos muy bien presentados, este es el lugar. Esta zona es una de las que más me ha gustado de Kiev con sus calles adoquinadas, sus casas bajas de madera y ladrillo pintado, sus tiendas de arte y su ambiente relajado.
opción 2.- Tomar hacia la izquierda bordeando el muro de las víctimas de la guerra con Rusia que comenzó en el 2014. Esta es una caminata para reflexionar acerca de la guerra, el dolor y el olvido. Los rostros de esos miles de soldados ya son sólo recuerdo. Y lo peor es que seguramente estos muros se quedarán sin espacio para albergar más fotografías, vidas perdidas y dolor.
En unos minutos llegaremos a la Plaza Europea con sus edificios de convenciones y hoteles de estilo impersonal. Una vez aquí cruzad la avenida y adentraros en el parque que está justo enfrente. Tras dejar atrás el Auditorio Filarmónico os encontrareis frente al gran Arco de la Amistad entre las Naciones, es decir, entre Rusia y Ucrania. Sinceramente lo mejor de este lugar es el ambiente en el parque con sus furgonetas-café, muy típicas en Kiev, sus parejas de enamorados y sobre todo su mirador sobre la ciudad y el río Dnieper.
A partir de aquí te puedes perder por este inmenso parque muy frecuentado por familias los fines de semana. En él te encontrarás con el Museo del Agua de Kiev, el Teatro de Marionetas al aire libre, el estadio de fútbol del Dynamo de Kiev, y el Palacio Mariyinsky, la residencia oficial del Presidente de Ucrania. Más adelante se encuentra el Memorial a las víctimas del Holodomor. Entre 1932-1934 más de 4 millones ucranianos (otras fuentes hablan de 10 millones) murieron de hambre en lo que se ha llamado la «Gran Hambruna». Desde el año 2006 Ucrania busca su reconocimiento como un genocidio programado por las autoridades soviéticas de la época que buscaban eliminar cualquier asomo de reclamaciones nacionalistas ucranianas.
Desde aquí el conjunto del Monasterio de Lavra queda muy cerca. Declarado Patrimonio de la Humanidad es el lugar más sagrado para los ortodoxos de toda Ucrania, con una tortuosa historia de frailes eremitas que vivían en cuevas que se pueden visitar y donde están expuestos sus cadáveres. También cerca queda la gigantesca estatua de la Madre Patria y el Museo de la Gran Guerra Patriótica.
Pero todo esto te lo cuento siguiendo la Ruta 2 en la 2ª parte de esta breve guía de la capital ucraniana: Kiev, un viaje al corazón, la historia y el espíritu de Ucrania.
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Información práctica:
– Lo más usual es llegar a Kiev desde el aeropuerto de Boryspil. La mayoría de los ciudadanos europeos no necesitan visado para entrar en el país. Para ir al centro lo más conveniente es tomar el bus de Sky Bus cuya parada se encuentra la derecha de la zona de llegadas. También puedes ir en tren hasta la Estación Central o en taxi. Para moverte por la ciudad te recomiendo el Metro que te llevará cerca de los lugares de mayor interés. El Metro es de estilo soviético y la profundidad de algunas estaciones llega a superar los 100 metros. Si tienes prisa los taxis no son caros y dan buen servicio.
– Kiev es una ciudad bastante segura durante el día, aunque por la noche has de tener cuidado en algunas zonas. Si sales de copas te sorprenderá el bajo precio de cervezas (pybo) y vodkas. Aún así te recomiendo andarte con cuidado. Verás que los vigilantes de las discotecas y pubs no tienen cara de andarse con bromas. Y no se te ocurra colarte en los privados o zonas VIP de las discotecas detrás de una princesa ucraniana. En cuanto veas el nivel de guardaespaldas con el que se mueven por aquí, se te quitará toda idea absurda de la cabeza. Por cierto, beber alcohol por la calle está prohibido y penado con multa.
– Para quitarte preocupaciones de encima no te olvides contratar un buen seguro de viajes con amplias coberturas como el de MONDO. Recuerda que un buen seguro te puede ahorrar muchos problemas. Así que ni lo dudes. Desde aquí te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente. Además contratándolo directamente desde aquí tendrás un 5% de descuento. De paso me ayudarás a mantener la web para seguir ofreciendo esa información que necesitas.
– En Kiev verás que la mayoría de los carteles están escritos en ucraniano y en ruso con caracteres cirilicos, y afortunadamente también trascritos a caracteres occidentales. La gente habla indistintamente ruso y ucraniano, y cada vez más, algo de inglés. Muchas veces nos olvidamos que en España hay una importante comunidad ucraniana, y de vez en cuando te puedes encontrar con alguien que ha vivido en España facilitando la comunicación. De todas formas la comunicación es fácil y la gente es muy receptiva con los extranjeros.
– La moneda local es el hryvnia, que encontrarás abreviado como Hr o UAH. Te recomiendo sacar de los cajeros una cantidad no muy grande para los pequeños gastos y pagar mayormente con tarjeta. Siempre recomiendo llevar 2 tarjetas: una a buen recaudo para gastos grandes o inesperados; y otra con un límite de gasto que no suponga la ruina si nos la copian y sacan el dinero de la cuenta. Utiliza esta para los restaurantes. Kiev no es una ciudad especialmente barata (excepto el alcohol y las entradas a lugares turísticos). Los precios en general se acercan a los precios de España, aunque un punto por debajo.
– Para alojarte te recomiendo el Centro de Kiev. Hay una oferta hotelera. de apartamentos y hostels muy variada y apta para todo tipo de presupuestos.
– Me encontré con algunos problemas para fotografiar el interior de algunas iglesias. Aparte de las pobres condiciones lumínicas, en la mayoría está prohibido tomar fotografías. Esa es la razón por la que apenas publico algunas imágenes de los interiores de los edificios sagrados. Para fotografiar desde el exterior has de pensar que el muro que rodea las iglesias impide tener la distancia para fotografiar el edificio completo. Así que lleva un gran angular. Y si no, sube a todas las torres-campanario que encuentres. Además de tomar fotografías interesantes, disfrutarás de unas vistas privilegiadas.
– Lleva calzado cómodo y algo de ropa de abrigo para por la noche. Excepto en verano cuando el calor húmedo ahoga la ciudad. El resto del año lo tienes muy fácil: haz tu equipaje pensando que Kiev no resulta ser precisamente una ciudad del Caribe.
– Para aquellos a los que les guste el fútbol la mayoría de los partidos internacionales se juegan en el Estadio Olímpico de Kiev. La parada del metro más cercana es Olimpiiska.
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