Hacia territorio Nyangatom.

Hace un calor tórrido en territorio nyangatom. Tras cruzar el río Omo llegamos a la pequeña población de Kangatin, un villorrio que ha crecido a ambos márgenes de la carretera. Es mediodía y allí nos refugiamos durante unas horas en uno de los pocos bares del pueblo. A 37ºC a la sombra, la vida transcurre lentamente en este rincón perdido del valle del Bajo Omo.

El impactante ritual del Salto del Toro o «Ukuli Bula».

El salto del toro supone el momento más importante en la vida de todo joven hamer. El día del “Ukuli Bula” es el día en el que su futuro está en juego. Si supera la prueba será reconocido como adulto por todos los miembros de su comunidad. Podrá casarse, formar una familia y tener propiedades. Si no lo supera, será repudiado por todos.

El valle del Omo, Patrimonio Mundial de la Humanidad.

En el valle del Omo no hay grandes monumentos, a no ser los que forman sus propios paisajes. No fue la cuna de una gran civilización. Pero fue el lugar donde surgieron los Australophitecus Afarensis, uno de los más antiguos homínidos y ancestros del género Homo. Aquí no encontrarás grandes museos o pinacotecas, pero sus habitantes lucen como auténticas obras de arte.

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