Excursión al Irazú, el volcán más alto de Costa Rica

El Irazú, un gigante dormido a casi 3.500 m. de altitud.

El Irazú parece dormido. Lo único que se mueve son los arbustos y el polvo que levanta el viento racheado que sopla inclemente a 3.432 m. de altura. Es una mañana soleada y apenas hay nubes. Esta vez he tenido suerte porque hoy puedo ver los enormes cráteres del volcán más alto de Costa Rica.

Sin embargo la primera vez que subí al volcán Irazú nubes cargadas de humedad cubrían su cima por completo. La temperatura apenas alcanzaba los 2º C. y lo único en lo que pensaba mientras caminaba entre la niebla era en regresar a la cafetería de la entrada para tomar un café bien caliente. Es lo que tiene la Naturaleza, los volcanes, las montañas, el bosque tropical…que hay que tener suerte para poder disfrutarlos. Y si no, pues lo intentas de nuevo. Como ahora. Desde aquel primer intento han pasado casi 10 años.

Estoy en Costa Rica, un país con una Naturaleza fascinante, hipnótica, que te atrapa entre verdes selváticos y grises volcánicos. La riqueza paisajística de sus parques nacionales es de las que te hacen creer que has viajado a un mundo virgen y primigenio. Son lugares únicos como los canales y la selva de Tortuguero, el bosque lluvioso del Braulio Carrillo o La Amistad, los ríos termales de Tabacón, las playas de Manuel Antonio o Corcovado; y por supuesto los volcanes como el Arenal, el Poás o el Tenorio. Todos activos por cierto, como ha sucedido con las últimas sacudidas del volcán Poás que han obligado a las autoridades a cerrar sus accesos durante los últimos 2 años. O el Turrialba, muy próximo al Irazú y que estaba expulsando continuas nubes de humo y ceniza como podéis ver al fondo de esta imagen:

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La primera erupción del Irazú de la que se tiene constancia escrita es la que sucedió en 1723 durante el periodo colonial español. Entre 1963 y 1965 el Irazú tuvo una intensa actividad que alteró totalmente el estado de la cima del volcán y afectó a Cartago y a todo el Valle Central incluida la capital San José. Y ya en 1994 hubo una explosión en la cara norte del cráter principal sin más consecuencias. Desde entonces el Irazú se mantiene en estado latente.

El volcán Irazú está ubicado en la cordillera central que recorre Costa Rica, lugar donde nacen algunos de  los principales ríos de Costa Rica como el Reventazón o el Sarapiquí entre otros. Ríos donde por cierto puedes hacer unos rafting estupendos, aunque yo me quedo con el que se puede hacer en el río Pacuare. Es una de las experiencias más increíbles que puedas vivir en Costa Rica.

Como he dicho antes, la carretera que asciende desde Cartago atraviesa caseríos, cultivos de montaña y haciendas ganaderas. Pasado el pueblo de Tierra Blanca veremos a la izquierda un gran edificio. Es el Sanatorio Dr. Carlos Durán que indica el camino hacia el Sector Prusia donde se pueden realizar algunas caminatas por la ladera del volcán entre los bosques de pinos. Pero para llegar al cráter todavía queda un trecho de carretera que cruza la población de San Juan de Chicuá. Desde aquí sólo quedan 12 Km. hasta la entrada al Sector Cráteres del Parque Nacional. Porque el Irazú tiene varios cráteres, aunque los más importantes son los que se encuentran en la cima.

Tras abonar el precio de la entrada llegaremos a un pequeño estacionamiento donde hay servicios públicos y una cafetería. Desde aquí parte el camino de madera que asciende hacia los diferentes miradores. La vegetación a esta altura es sobre todo de tipo arbustiva, de hojas duras con predominio de arrayanes, salvia y la que más me gusta, la sombrilla del pobre con sus grandes hojas que pueden servir de paraguas a una persona.

A la izquierda queda el gran páramo cubierto de arena y ceniza de Playa Hermosa. En realidad esta es una terraza volcánica que formaba parte de una antigua caldera. A continuación a nuestra derecha aparece el cráter Diego de la Haya con su pequeña laguna de un suave color celeste brillando al fondo. Tiene casi 700 m. de diámetro y unos 80 m. de profundidad.

Sólo unos pasos más adelante se encuentran los miradores del Cráter Principal con un diámetro que supera el kilómetro y una profundidad de 300 metros. La vista se pierde hacia el fondo donde reluce una laguna de color verdosa procedente del agua de lluvia. Los tonos de verde cambian con la luz, con el correr de las nubes y el viento así como con la orientación del sol. Tonalidades de verde que contrastan con los colores grises y ocres de las paredes de la caldera. Desde esta altura algunas capas de nube quedan más abajo, flotando entre  las cumbres de las montañas cercanas. Si tenéis suerte y el día está totalmente despejado podréis ver de un lado el océano Atlántico y del otro el océano Pacífico.

Pero para apreciar verdaderamente cómo son los cráteres del Irazú lo mejor es que te lo enseñe a vista de dron. Selecciona la máxima calidad en el vídeo para poder apreciar toda su grandiosa belleza:

Aunque el paisaje es fantástico, tengo que confesar que no llega a la magnificencia del que se observa desde el mirador del volcán Poás. Por eso te recomiendo que si sólo tienes la oportunidad de subir a uno de estos dos volcanes, elije el Poás. Aunque si puedes ver los dos, mejor que mejor. Respecto al Poás antes de ir consulta su página web ya que últimamente ha entrado en un período de actividad volcánica con abundante emisión de gases que obliga a mantener cerrados sus accesos hasta nuevo aviso. Mientras tanto una visita al Irazú te mostrará las gigantescas dimensiones que puede tener un cráter volcánico y sin duda te dejará boquiabierto.

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Consejos prácticos:

 – Desde San José esta excursión te llevará un máximo de unas 5 horas sumando el viaje de ida y vuelta más una hora como máximo de visita.

 – La entrada al Parque cuesta 15 dólares para extranjeros y el horario va de las 8 de la mañana hasta las 15:30 horas

 – La mejor época para subir al Irazú es durante la estación fría y seca que va de diciembre a abril. De todas formar aconsejo consultar antes el mapa del tiempo. Si el día se levanta sin nubes, mejor ir a primera hora del día ya que por la tarde es normal que las nubes cubran las partes más altas del volcán. El sol pega fuerte aquí arriba así que no te olvides de una gorra o sombrero y de protector solar.

 – Cuando el viento sopla lo hace con intensidad levantando remolinos de un finísimo polvo que acaba introduciéndose entre la ropa, en los zapatos, en los ojos…por todas partes. Cuidado con las cámaras, teléfonos y demás aparatos electrónicos porque este finísimo polvo puede acabar con ellos. Usar una funda de plástico hermética para protegerlos puede ser una buena idea.

 – Para quitarte preocupaciones de encima no te olvides contratar un buen seguro de viajes con amplias coberturas como el de MONDO. Recuerda que un buen segurote puede ahorrar muchos problemas. Desde aquí te recomiendo MONDO, el seguro de viaje inteligente. Además contratándolo directamente desde aquí tendrás un 5% de descuento.

 – No arrancar plantas, no coger piedras, ni alimentar a los pequeños animales que podáis encontrar. Está prohibido la entrada con mascotas. No dejar otras huellas de vuestro paso por aquí que no sean las de vuestras pisadas. Es la mejor forma de ayudar a conservar este espacio natural.

 – Recordad que estáis a casi 3.500 m. de altitud. Aunque el acceso a los miradores es fácil y sólo precisa de una pequeña caminata, la altura y la consiguiente falta de oxígeno se siente si te pones a correr por Playa Hermosa. Aunque la verdad, la espectacularidad del paisaje incita a dar saltos de alegría porque no deja de ser un privilegio poder disfrutar de esta maravilla de la Naturaleza.

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