La frenética Jaipur

Jaipur tiene el color rosado del salmón. Huele a especias y al aire polvoriento y contaminado de un tráfico alocado. Su música es la del petardeo de los tuk tuk acompañado por el ruido de miles de claxon, timbres y bocinas. El frenético ritmo de Jaipur te hace sentir perdido en este caos de gente, vehículos, ruido, polvo, vacas y elefantes. Pero cuando te vas, sólo deseas volver. Es como si siempre quedara algo por ver.

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