En Oslo la e-mobility es ya presente.
Sólo en Oslo circulan más de 60.000 automóviles eléctricos. Más que todos los matriculados el último año en Alemania, Francia y España juntos. Y esto pasa en Noruega, un país que es uno de los mayores productores de petróleo ¿Es esta una contradicción? ¿O quizás el éxito palpable de una visión de futuro donde prima la sostenibilidad?