Los lagos de Plitvice y los sonidos del agua.

Pocas veces he visto paisajes tan hermosos como el de los Lagos de Plitvice. Un lugar donde el color verde de los árboles, los helechos y los musgos cubre el bosque por entero. Donde el sonido del agua te acompaña en todo momento.

Agua que corre por sus riachuelos límpidos y trasparentes como el cristal. Agua de color celeste de sus lagos, agua que cae por sus innumerables cascadas entre borbotones de espuma. Agua vaporizada que flota en el ambiente y da vida a este maravilloso lugar.

No me extraña que en 1979 la UNESCO declarara Patrimonio de la Humanidad a este Parque Nacional ubicado casi en el centro de Croacia. La erosión del agua sobre la roca caliza ha ido formando un fantástico paisaje kárstico a lo largo de millones de años. Aunque la zona donde se encuentran los lagos ocupa menos de 1.000 hectáreas, el total del parque supera las 30.000. Lo malo es que el millón largo de visitantes que tiene el parque a lo largo del año se concentra precisamente en esas mil hectáreas. Precisamente es durante el verano cuando la masificación puede hace más complicado disfrutar a gusto de toda su belleza natural.

Es por eso que una visita a Plitvice exige de una cuidada planificación si como yo, vas en pleno verano. Aquí te iré dando pistas y consejos prácticos acerca de las rutas más interesantes, dónde dormir o qué llevar encima. Pero sobre todo qué horas evitar para no acabar atascado en una pasarela o poder tomar fotografías sin cientos de espontáneos a tu alrededor.

Por otro lado no se pueden visitar los Lagos de Plitvice sin estar acompañado constantemente por los sonidos del agua. Toda una sinfonía formada por el rugido de las cascadas, los rumores de agua y el fluir de los riachuelos. Las fotografías no son capaces de expresar estos sonidos, por eso aquí os dejo este vídeo donde el agua es la protagonista. No os olvidéis de activar el volumen.

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Escapando del furor turístico del verano

Plitvice es uno de los lugares más hermosos de Europa. Y todo el mundo lo sabe. Aparece como lugar especialmente recomendado en todas las guías de Croacia y está en el TOP 5 de las visitas a este país balcánico. Y con todo derecho. Plitvice es una auténtica joya natural que nos retrotrae a la época en la que el hombre todavía no había moldeado la Naturaleza europea a su antojo. E igual que tú miles y miles de personas quieren conocer este lugar. Y precisamente en verano, porque durante el resto del año Plitvice es un lugar mucho más tranquilo. Así que aquí va la primera recomendación: si puedes ir en otras fechas, evita el verano. Los guías me recomendaron visitarlo en otoño cuando todo el bosque de hoja caduca se tiñe de ocres y dorados. Y además estarás casi solo.

Pero no puede ser. Las vacaciones han tocado en julio así que toca planificar. Parto desde la ciudad costera de Zadar donde he pasado unos días. Entre Zadar y Plitvice hay casi 2 horas de carretera que aconsejo hacer la tarde antes de visitar el parque. Mi intención es hacer noche en uno de los muchos hoteles tipo «guest house» cercanos al parque para ser de los primeros en entrar. Previamente he alquilado un coche y reservado el hotel con bastante antelación. Y menos mal, porque casi todo está completo.

Siguiente paso. Hay que decidirse por una de las dos entradas. Lo primero es hacerse una idea general del parque con la ubicación de las entradas y las paradas de los autobuses marcadas como St1, St2 y St3. La St3 marca el inicio desde la parte más alta del parque. La St 1 se corresponde con la más baja y es la más cercana a la Entrada 1. Por eso dependiendo de qué entrada elijas recorrerás el parque en sentido descendente o ascendente. Aquí os dejo la ruta que hice accediendo por la Entrada 2. Las flechas en azul señalan el trayecto en autobús y en barco. Las flechas en rojo el recorrido a pie.

– Entrada 1. Es la que se encuentra en la parte de los Lagos Inferiores y es la más cercana a la Gran Cascada. Es la más utilizada por las excursiones y tour turísticos y por lo tanto es la más visitada. Si vas a hacer un recorrido de un par de horas como el de la Ruta A o de 3-4 horas de las Rutas B o F, este ha de ser tu punto de entrada. Eso sí, has de ir bien temprano para disfrutar de esta parte de los lagos sin agobios. A partir de las 11 de la mañana y hasta la tarde sus pasarelas se convierten en un desfile continuo de gente.

Si tienes pensado seguir visitando el parque siguiendo las Rutas más largas C, H o K lo harás en sentido ascendente. Además la espectacularidad del paisaje va de más a menos ya que en las zonas altas no hay grandes cascadas. Aún así la belleza de sus recorridos es de los que te dejan boquiabierto. Una vez en las zonas más altas puedes llegar a la Entrada 2 o a la parada del autobús de la Estación 3 que se encuentra en la zona más alta del parque. Desde aquí hay autobuses que te llevarán hasta la Entrada 1, tu punto de partida.

– Entrada 2. Se encuentra en la parte media del parque y desde aquí (St 2) salen los autobuses que te suben hasta los Lagos Superiores (St3), o que te llevan hasta la Estación 1 (St1) en la Entrada 1. Es el acceso ideal si quieres hacer el recorrido en sentido descendente desde los lagos más altos. Y el que recomiendo si vienes preparado para hacer las rutas más largas, la H o la K (entre 5 y 8 horas). La ventaja es que la primera parte del recorrido la harás casi solo y podrás tomar el barco que atraviesa el lago Kozjak sin mucha espera. Su gran desventaja es que llegarás en «hora punta» a la Gran Cascada.

En mi caso quería hacer una de las rutas más larga para ver lo máximo de los lagos de Plitvice. Al desconocer la dificultad y desnivel entre la parte alta y baja de los lagos me decidí por la Entrada 2 y hacer la Ruta H de casi 9 km en sentido descendente. En las fotografías iréis viendo las diferencias del paisaje y como poco a poco hay más y más gente. La verdad es que cuando llegué a la Gran Cascada aquello era una feria. Así que mi recomendación más importante para visitar Plitvice es la que te dejo aquí enmarcada:

Comienza tu recorrido desde la Entrada 1 a primera hora. Visita la Gran Cascada y luego recorre los Lagos Inferiores en sentido ascendente. Toma el barco para cruzar el lago hasta la Estación 2 y desde ahí el autobús que sube a la Estación 3. Allí comienza el descenso por los Lagos Superiores a pié hasta alcanzar la Estación 2 de nuevo. Desde aquí podrás volver a pié o en autobús hasta la Estación 1. El que te propongo es un recorrido circular en el que lo verás casi todo evitando las masificaciones. Si algún día vuelvo a Plitvice, lo haré así.

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Recorriendo los Lagos Superiores

Toca levantarse pronto. A las 7:30 de la mañana, descansado y en plena forma, dejo el coche aparcado en el amplio estacionamiento de la Entrada 2. Aquí encontrarás donde comprar algo de comer y beber, además de una Oficina de Información y las casetas donde comprar el billete de entrada al parque. Desde aquí hay una pequeña caminata hasta la Estación 2 del autobús, marcada como St2 en los mapas. Verás que en Plitvice todo está perfectamente señalizado: accesos, mapas, rutas…Una gozada.

Tomo el autobús que sube hasta la Estacion 3 (St3) en la parte alta de los lagos. El recorrido de unos 20 minutos atraviesa densos bosques zigzageando por las orillas de algunos de los lagos. El maravilloso paisaje es sólo un anticipo de lo que vendrá después. Nada más bajar encuentro los indicadores de las diferentes rutas, y como tenía pensado me dirijo hacia el camino que se adentra en el bosque por la Ruta H.

Y como esperaba no me encuentro con casi nadie mientras camino por las pasarelas de madera que bordean los 12 Lagos Superiores. La mañana es soleada, la temperatura ideal, sólo se escucha el rumor del agua. el croar de las ranas y el canto de los pájaros ¡Qué paz y armonía! Esto parece un decorado de cuento. Encuentro los primeros lagos de un agua tan limpia que veo a las truchas nadando como a través de un cristal. El fondo calcáreo de estos lagos hace que apenas crezcan algas en muchos de ellos. Su fondo blanquecino refleja el agua con las tonalidades azules celestes del cielo, o verdes debido al reflejo del verde de los bosques cercanos.

Encuentro las primeras cascadas, atravieso bosques de hayas y abetos y disfruto como un niño corriendo de aquí para allá. Esto es una auténtica maravilla. No hay otra palabra que lo defina mejor. Una maravilla de la Naturaleza que parece conservarse en un estado prístino, puro, casi intacto. Un parque que está vivo y en constante cambio. La acción del agua sobre la roca calcárea la va diluyendo. Los minerales arrastrados se van depositando en algunas zonas creando barreras naturales, las tobas o travertinos, que originan los saltos de agua. A su vez el agua busca salida y abre nuevos accesos cambiando constantemente la orografía del parque. Por eso Plitvice nunca es igual. Veréis los cambios de color de este paraíso acuático donde también viven ranas, salamandras y cangrejos según avanza el día, con la luz del sol, la presencia de nubes y la cercanía a zonas de sombra.

Además de los paisajes del agua la vegetación del parque merece una mención aparte. Aquí se desarrollan más de 1.200 especies vegetales de las cuales al menos 75 son endémicas. A lo largo de todo el recorrido me acompañan las flores, las abejas, las mariposas y las libélulas de colores brillantes verdes, rojas, azules…El conjunto es de una armonía insuperable.

Durante un par de horas camino bordeando los lagos Galovac y Gradinsko siguiendo una interminable sucesión de cascadas. Hace rato que he perdido la cuenta de cuántas he visto. Cuando llego al embarcadero del lago Kozjak (P2 en el plano) me doy por satisfecho con lo que he visto. Pero queda mucho más. Queda lo mejor.


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Por los Lagos Inferiores hacia la Gran Cascada

El lago Kozjak se encuentra en el centro del parque y es el más grande de Plitvice. Para facilitar el tránsito entre los lagos inferiores y superiores está habilitado un servicio de barcos eléctricos que cruzan el lago. En verano y a partir del mediodía se forman en los embarcaderos auténticos atascos de gente que espera para cruzar el lago de una orilla a la otra. Como vengo de la zona alta tomo el primer barco sin esperas en el embarcadero 2 (P2). El paseo por la superficie azul claro del lago contrasta con los verdes intensos de los bosques y las montañas que lo rodean.

Cuando desembarco en la zona de recreo de la otra orilla (P3 en el plano) doy por finalizado mi idílico viaje en solitario. Aquí suele haber mucha gente haciendo cola en los restaurantes, ocupando todas las mesas para comer, esperando en la Oficina de Información o curioseando en la tienda de souvenirs. Bienvenidos a Plitvice en hora punta.

Los Lagos Inferiores están formados por 4 lagos que se van encajonados entre las paredes verticales de roca. El agua adquiere en ellos tonalidades más intensas que en los Lagos Superiores, más abiertos y menos profundos. El celeste y el verde se alterna con las tonalidades blanquecinas y ocres de las rocas. Entre ellos discurren las pasarelas de madera donde se forma una serpiente multicolor de turistas.

El cielo se nubla y comienza a llover cuando me acerco al punto más fotografiado de Plitvice: la “Gran Cascada”, o Veliki Slap en croata. Con sus casi 80 metros es la catarata más alta del país y hasta aquí llegan diariamente miles de personas para caer rendidos ante su belleza. Hasta se forman colas para fotografiarse en los lugares más fotogénicos. El atasco general, los gritos de unos y otros para hacerse oír sobre el estruendo de la cascada y los grupos con guías vociferantes no consiguen quitar un ápice de espectacularidad a este increíble lugar. El cielo nublado y las 4 gotas que caen tampoco. Además las mejores vistas de la cascada no se obtienen desde aquí como veréis. Para ser apreciado en toda su belleza este lugar necesita distancia y perspectiva.

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Y ahora ¿cómo vuelvo?

Estoy cerca de la Entrada 1 y para regresar a la Entrada 2 tengo 3 opciones:

.- Tomar el autobús hasta la Estación 2 (St2).

.- Retroceder volviendo a pie al embarcadero P3 del lago y tomar el barco que lo cruza hasta el embarcadero P2.

3ª.– Regresar a pie bordeando el lago Kozjak. Y eso es lo que hice. Te recomiendo tomar el camino que asciende en zig zag justo en la ladera que está enfrente de la Gran Cascada. Es el camino que lleva a la Entrada 1. Desde esta ladera tendrás una visión de conjunto de la Gran Cascada con sus diferentes niveles. Te aseguro que no olvidarás jamas estas vistas. Sólo por esto merece la pena venir a Croacia.

Al llegar a la parte más alta el camino se bifurca. En vez de continuar hacia la Entrada 1 seguid las indicaciones hacia la parada 1 marcada como St1. Tras unos minutos de caminata tendréis estas vistas de los lagos inferiores. Llueve más intensamente y las pasarelas se vacían. A pesar del cielo gris el color azul-verdoso de los lagos se destaca sobre el paisaje como un auténtico imán para la vista.

Desde la la Estación 1 del autobús hay un camino que lleva hasta la Cueva Šupljara, una cavidad calcárea sumergida en el bosque de hayas y excavada en las rocas por la erosión. Tampoco es nada especial, así que desde ahí descendí hacia el sendero que bordea el lago. Las multitudes quedan de nuevo atrás mientras camino entre los viejos árboles de troncos retorcidos que me dan sombra cuando el sol aparece de nuevo en el cielo. Camino a unos centímetros de la orilla del lago rodeado de flores, junto a peces que no se asustan y patos que ni me miran. Soy un ser vivo más en Plitvice. No despierto temor, ni respeto, ni miedo a los demás seres vivos del parque. Sólo indiferencia, como debe ser.

La tarde va cayendo mientras el sol vuelve a asomarse con fuerza en el cielo. La Naturaleza se despliega ante mí con un esplendor tan sorprendente que me cuesta pensar que sí, que estoy en el continente europeo. Cuando alcanzo el embarcadero que señala la llegada a la Entrada 2 me dan ganas de seguir adelante, explorando los rincones de Plitvice. Pero son casi las 6 de la tarde. El recorrido con todas la paradas que he hecho para fotografiar, comer algo, descansar y disfrutar del parque me ha llevado 10 horas. Y tengo que decir que ha sido una de las jornadas viajeras de las que más he disfrutado en mi vida. Una vez más me reafirmo en definir la belleza de lo natural como inigualable, generosa y magnificente. Plitvice es el ejemplo de que si hacemos bien las cosas todavía nos queda Naturaleza para rato.

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Informaciones prácticas:

 – Horarios y tiempo necesario para la visita: Con un día es suficiente, pero no os limitéis a las excursiones más cortas. Plitvice merece la pena de arriba abajo, o viceversa. En verano está abierto desde las 7:00 AM hasta 19:00 PM

 – Cómo llegar: Tanto desde Zadar como desde Zagreb hay autobuses directos a las entradas del parque. En mi caso utilicé un coche de alquiler, algo que recomiendo para recorrer Croacia a tu aire. Estas ciudades se encuentran más o menos a 2 horas de viaje de Plitvice y la ruta está perfectamente señalizada. Si vienes del sur desde Dubrovnik hay unas 8 horas de viaje. La carretera en verano se colapsa al tener que pasar la frontera por el acceso al mar que tiene Bosnia-Herzegovina por Neum. Si vienes desde Split son unas 4 horas.

Si no te quieres complicar la vida también desde Zadar puedes contratar viajes organizados a Plitvice con todo incluido. Aunque a partir de 2 personas merece la pena alquilar un coche.

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 – Alojamiento: Es más que recomendable pasar la noche anterior cerca del parque para empezar la visita temprano. De esta forma evitarás las colas para comprar la entrada o subir a los autobuses. Además  durante las primeras horas no te encontrarás con mucha gente. Los Guest Houses son muy populares aunque en los alrededores del parque podrás encontrar diferentes ofertas de alojamiento.

 – El billete de entrada: incluye el acceso al parque, a los autobuses lanzadera y a los barcos que cruzan los lagos. Sólo hay que presentar la entrada para subirse a ellos. Su precio varía según el mes y la temporada. Del 1 de julio al 31 de agosto cuesta 180 Kunas (unos 25 Euros) para los adultos y 80 Kunas para los niños entre 7 y 18 años. Los más pequeños entran gratis. Durante el resto del año es más barato. A esto tendréis que añadir el costo del aparcamiento que es de 7 Kunas/hora, apenas 1 Euro/hora. Y os confirmo que sí, que merece la pena gastarse ese dineral por visitar uno de los parques naturales más increíbles de Europa.

– Las diferentes rutas: Como os he ido comentando existen diferentes rutas de distinta duración. Todas están perfectamente señalizadas con indicaciones de distancia y tiempo estimado necesario para recorrerlas. Las más cortas son las Rutas A, B, E y F  y las más largas las C, H y K. Si necesitáis más información acerca de algún aspecto concreto de estas rutas podéis consultar la práctica página web del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice.

 – Prohibido bañarse: El calor aprieta y bañarse en estos lagos de aguas trasparentes es una tentación que tenemos casi todos los visitantes de Plitvice. Pero está absolutamente prohibido. Las cremas de sol, maquillajes, desodorantes y demás productos químicos con los que no embadurnamos acabarían alterando la pureza de estas aguas. Comprobé lo acertado de esta medida en el Parque Nacional de Krka donde hay una zona acotada para el baño. Una zona masificada constantemente removida por los bañistas y donde no crecen ni las algas. Es responsabilidad de todos nosotros que Plitvice se conserve sin más alteraciones de las que ya sufre.

 – Supervivencia: Lleva abundante bebida y comida encima, sobre todo si haces las rutas más largas. Las cafeterías del parque sirven comida tipo come-para-llenarte-y-punto (pollo, patatas fritas, hamburguesas…) a precios un tanto abusivos. Ya sabéis, hay que exprimir la gallina de los huevos de oro. Además casi siempre están llenas, hay colas y es difícil encontrar mesa en horas punta. Lleva tu comida y disfruta de un picnic relajante junto a una cascada en alguno de los maravillosos rincones que te ofrece Plitvice.

Lleva calzado cómodo y que sujete el tobillo. Las pasarelas de madera suelen tener tablones descuadrados. Como estarás siempre mirando el alucinante paisaje es fácil tropezar en ellos. Aunque caminarás casi siempre entre zonas sombreadas por los árboles, no está de más llevar crema de protección solar. Y aunque los mosquitos estuvieron ausentes durante mi visita puedo imaginar que tiene que haberlos a millones. Así que llevar un repelente tampoco vendrá mal.

 – Recuerda que un buen Seguro de Viajes te puede ahorrar preocupaciones y resolver muchos problemas. Así que ni lo dudes. Desde aquí te recomiendo MONDOel seguro de viaje inteligente para viajeros inteligentes. Y además si contratas tu seguro desde aquí, tienes un 5% de descuento.

– Equipo fotográfico: Aparte del objetivo que suelas utilizar no está de más llevar un gran angular para las tomas de paisajes. También te puede venir bien un macro para insectos y flores. Mi mayor error fue no llevar el trípode y en Plitvice es obligatorio si quieres tomar fotografías decentes. Tendrás que hacer mucho bracketing para esas tomas donde los contrastes de luces y sombras son una constante. También tendrás que usar el trípode para las tomas donde quieras realzar el efecto difuminado del agua de las cascadas o del correr del agua. Algún filtro ND tampoco vendrá mal para las tomas más largas en las zonas más iluminadas. Plitvice es un paraíso para la fotografía de Naturaleza así que aprovéchalo a fondo. Yo no lo hice y todavía me lamento por no haber llevado el trípode…snif, snif.

Y una cosa más: el uso de drones está prohibido. Desgraciadamente las autoridades de Plitvice no son DRONE-FRIENDLY.

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